Empieza a ser cansina la situación y el ambiente alrededor del Ayuntamiento de Pamplona, la verdad. Como lo fue los cuatro años anteriores, los de Maya, con Navarra Suma en el poder y todos los demás en la oposición. Ahora, con UPN aún en más minoría aunque apoyado normalmente en el PPN, estamos en las mismas, con dos polos enfrentados y dos versiones de una misma cosa completamente opuestas: mientras Ibarrola y UPN afirman que están ofreciendo participación y consensos los demás niegan la mayor y hablan de autoritarismo, incapacidad e improvisación. Mientras, los ciudadanos que no vivimos de las cuitas de los partidos y de sus intereses y de sus repartos asistimos a todo esto con una ya notable carga de hartazgo, puesto que no es nuevo, no es positivo y no lleva a ninguna parte, más allá de que cada cual exhiba su musculatura, que se convierte en flacidez para la ciudad.

Ni siquiera entro en quién lleva razón o no, puesto que no es sencillo desde fuera calibrar quién está poniendo palos en las ruedas o quién no, sino que constato que las ciudades avanzan y mejoran cuando se trabaja por ellas y cuando hay un mando que tiene claras las cosas y cuenta con los apoyos necesarios. Si la oposición cree que esto ni es así ni va a serlo, que se dejen de marear la perdiz y planteen la moción de censura y que se apañen entre ellos sobre cómo quieren gestionar los liderazgos, pero que hagan algo. No podemos estar 4 años más así, con trifulcas permanentes, proyectos paralizados, presupuestos prorrogados o inestabilidad permanente.

Los contribuyentes no merecemos esto y, si me apuran, a la inmensa mayoría de nosotros nos importan bien poco las historias de unos y otros. Queremos que nos arreglen la rotonda, que haya más seguridad donde tenga que haberla, más servicios, mejores respuestas y una ciudad viva y diversa, en la que cada año sea mejor vivir o cuando menos no peor. Hagan su trabajo.