Nieto de un franquista conspicuo e hijo de otro individuo que tal baila: Siempre he sostenido que los lazos de sangre no determinan nuestra vida ni nos pueden ser reprochados. Yo mismo soy descendiente de alguien con profundas convicciones conservadoras que no me fueron legadas genéticamente.

Sin embargo, su caso merece ser objeto de estudio porque ha conseguido ser lo más vergonzoso de una raigambre que daba algo más que grima. Su abuelo, que lleva su mismo nombre, documentó en falso las consecuencias de la represión fascista. Su padre, tarambana ideológico entre el regionalismo rancio y el peperismo aun más añejo, ha vivido del cuento de la foralidad española a granel.

Usted, batiendo todos los registros familiares, ha retratado a la reina Letizia como lo que no menciono. Siga así.