Leo que la Fundación Miguel Indurain incrementa un 5% el volumen de dinero que destinará este año 2024 a sus becas, que se otorgan a deportistas navarros de relativa elite con ingresos inferiores a 40.000 euros para ayudarles en su camino hacia el éxito en sus respectivas disciplinas. La cifra de dinero que se va a repartir se eleva este año a 336.700 euros, mientras que el número de deportistas becado rondará, como en años precedentes, entre los 150 y los 170.

A mí esto me sale que si son 160 la beca media será de unos 2.100 euros. Qué quieren que les diga, me parece completamente insuficiente y muy alejado de lo que la gran mayoría de ellos deberían recibir. Sé de sobra que tanto el Instituto Navarro de Deporte como la propia Fundación Miguel Indurain hacen lo que pueden a nivel económico, pero no es de recibo la escasa partida que el Gobierno de Navarra –este y el anterior y los anteriores y los anteriores– destina al deporte navarro de elite y a muchos deportistas individuales de deportes de esos que llamamos minoritarios.

El presupuesto global del Gobierno de Navarra asciende a 5.835 millones de euros. Y destinamos a esta partida un 0,005% de nuestro presupuesto. Sé, por supuesto, que hay muchas necesidades importantes y mucho más que estas, pero también que la cifra es bajísima y en muchos casos un simple parche para tirar un mes o un mero regalo o detalle. No digo que tengamos que tener deportistas viviendo casi exclusivamente de sueldos públicos como si esto fuese la RDA, pero sí que el montante individual y general que reciben se multiplique de una vez, puesto que son ellos y ellas quienes tiran de la base y quienes hacen bueno el trabajo de miles y miles de voluntarios en clubes y federaciones y hasta individualmente. El gobierno debería replantearse cómo ampliar la financiación de la Fundación y de una manera estable y duradera.