Al parecer, los ayuntamientos navarros van perder la posibilidad de disponer de 41 millones de euros en sus Presupuestos de este año. Un recorte de la capacidad de inversión pública de las entidades locales. Por una decisión de esas que conforman esas políticas de joder por joder que se suelen practicar desde la oposición. El Senado, donde el PP dispone de mayoría absoluta y con los votos también de Vox y el de UPN, vetaron la nueva senda de déficit que aprobó el Gobierno de Sánchez. El ayuntamiento más perjudicado es Pamplona que se queda con 13 millones menos para inversiones. Tudela tendrá dos millones menos y los principales ayuntamientos de la Comarca de Pamplona verán afectos sus presupuestos en alrededor de un millón de euros. Una jugada política de la derecha impulsada contra la estabilidad del Gobierno, pero que afecta de lleno a los municipios que verán disminuida su capacidad de atender las necesidades de sus localidades y de sus habitantes.

Es absurdo este voto de UPN, que afecta también a ayuntamientos con alcaldes y equipos de gobierno de sus propias siglas, por razones de fondo político, institucional y de la capacidad de autonomía municipal que recoge el autogobierno foral, pero también porque su apoyo era prescindible e innecesario para que PP y Vox lograran su objetivo de tumbar la propuesta de déficit. Otro ejemplo de que la posición política de UPN en Madrid, siempre de la mano del PP y ahora también de la extrema derecha, deriva en muchas ocasiones en tirarse piedras a su propio tejado: A los intereses generales de Navarra o a los intereses incluso de su partido. Ya sucedió durante la mayoría absoluta de Rajoy cuando UPN añadió sistemáticamente sus votos sin valor político alguno a todos los recortes legislativos de derechos civiles, judiciales, laborales y constitucionales que fue impulsando entonces aquel Gobierno del PP mientras navegaba entre corrupción, espionaje, etcétera. O cuando Esparza comprometió el voto de UPN en el Congreso a la investidura de Feijóo en alegre marcha a ningún sitio con el PP y Vox, también innecesario. Al igual que el de esta ocasión en el Senado que afecta para mal a los ayuntamientos navarros. Tras aquella fallida investidura de Feijóo faltaba saber hasta dónde estaría dispuesto a ir UPN junto a PP y Vox y cuáles son sus consecuencias para la sociedad y los intereses generales de Navarra. Poco a poco se conocen y hasta ahora no son buenas.

No creo que haya muchas posibilidades políticas de revertir la situación. No obstante, ese recorte, que afecta también a las comunidades del régimen común –no parece que al PP y a Vox les importe tampoco el daño causado a los intereses de las autonomías y ayuntamientos que gobiernan–, no afecta al Gobierno de Navarra que tiene en el Convenio Económico la garantía de una financiación propia pactada de forma bilateral con el Estado. Quizá sea en el ámbito de la negociación pendiente del Convenio Económico donde Navarra deba plantear un ajuste equitativo del déficit para Navarra que incluya también la posibilidad de recuperar esos 41 millones para los ayuntamientos navarros. Dudo que UPN se opusiera en Navarra a ampliar el margen de déficit y la capacidad de inversión de las entidades locales. De esas manos y por esos caminos difícilmente le puede ir bien a Navarra.