Los principales ayuntamientos de Navarra deberán revisar a la baja sus presupuestos para este año. La decisión del Senado, que con los votos de PP, UPN y Vox ha tumbado el límite de déficit para el Estado que había planteado el Gobierno central, supondrá 41 millones menos de capacidad de gasto. La mayor parte corresponde a Pamplona, que se queda con 13 millones menos de inversión en el ejercicio actual. Tudela por su parte tendrá dos millones menos y los principales municipios de la Comarca de Pamplona verán afectadas sus cuentas en un millón.

El Gobierno central, en base a la Ley de Estabilidad Presupuestaria, aprobó el pasado 12 de diciembre los objetivos de estabilidad de 2024. Lo hizo con una revisión al alza de los límites que inicialmente había enviado a la Unión Europea en el marco de los programas de estabilidad. De esta forma, el objetivo de déficit de las comunidades para 2024, la cantidad financiable con deuda que pueden gastar por encima de sus ingresos, pasa del 0,1% del PIB al equilibrio presupuestario (0%).

Este cambio en principio no afecta al Gobierno de Navarra, que negocia directamente con el Gobierno central su propio límite de déficit y deuda pública. Para este año se ha apalabrado un 0,3% del PIB, unos 77 millones, aunque queda todavía por acordar de forma oficial en el marco del Convenio Económico.

Pero el recorte sí que afecta a los ayuntamientos. En su caso, la senda de déficit rechazada por la derecha en el Senado concedía a las entidades locales un objetivo de equilibrio presupuestario. Sin embargo, ahora deberán cerrar sus cuentas con un superávit del 0,2% del PIB. Según cálculos del Gobierno central, esto supone que los ayuntamientos tendrán unos 2.924 millones menos de capacidad fiscal, 41 millones menos en el caso de Navarra

Esta situación ha llevado al PSN a presentar en el Parlamento una moción en la que defiende “la necesidad de aprobar el acuerdo por el que se fijaban los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para el conjunto de Administraciones públicas”. “Es importante que en esta moción haya unanimidad del resto de grupos, también de UPN. Que se desmarque de las políticas de tierra quemada del PP, que apoye esta moción en la que se denuncia la actuación del Partido Popular en un ataque sin precedentes a los municipios, incluidos los que gobierna UPN”, defiende su portavoz, Ramón Alzórriz.

Sin presupuestos

Esta situación también ha despertado la alarma en Geroa Bai, que denuncia el “esfuerzo excesivo” que el nuevo límite de déficit va a suponer para las entidades locales y que ha presentado otra moción reclamando que se defina cuanto antes la relación financiera con el Estado para los próximos tres años. Su portavoz, Pablo Azcona, alerta además de que también están en el aire el límite de déficit general para Navarra como su aportación al Estado. Un escenario que se ha agravado por la decisión del Gobierno de no presentar presupuestos este año tras la convocatoria electoral en Cataluña para el 12 de mayo.

Por su parte, UPN, que en el Senado votó con el PP y Vox en contra de ampliar el límite de déficit, evita fijar una posición de lo que votará este jueves en el Parlamento de Navarra. Javier Esparza señala que lo que de verdad “preocupa” a su grupo es que no vaya a haber presupuestos en España porque eso va a condicionar las inversiones en Navarra.

Esparza, pato cojo

A falta del anuncio oficial, UPN y el PSN tienen prácticamente cerrado un pacto presupuestario en Estella, muy cerca en el Valle de Egüés y es posible que lo hagan también en Barañáin. Tres ayuntamientos donde gobiernan los regionalistas en minoría y donde el líder del partido, Javier Esparza, había dado orden de no negociar.

Habrá previsiblemente acuerdo porque los socialistas le han abierto la puerta y porque las alcaldesas de estos municipios han optado por sacar los presupuestos por encima del enfrentamiento que su partido mantiene con el PSN desde la moción de censura en Pamplona. Una situación que ha llevado al portavoz socialista, Ramón Alzórriz, a calificar de “pato cojo” a Esparza. Un término que en los EEUU remite a los presidentes que están de salida y no tienen autoridad interna.

“Esparza es un pato cojo, no tiene autoridad dentro de su partido. Dijo que se iban a salir de la Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC), y el vicepresidente es de UPN. Dijo que no se iba a negociar en los ayuntamientos donde gobernaban y tampoco le han hecho caso. Si todo sale bien, apoyaremos los presupuestos de Estella”, confirma Alzórriz. 

Esparza sin embargo enmarca el acuerdo en la “total y absoluta normalidad” y lo distingue de los “acuerdos” que “firman” PSN y EH Bildu. “Se sacan una foto y hay un documento firmado”, argumenta el líder de UPN, que contrapuso la situación de sus ayuntamientos. “Hay una diferencia sustancial entre un documento firmado y la aprobación de unas enmiendas que te parece que son razonables y que ayudan, en este caso, a Egüés, a Barañáin o a Estella”, alega.