Leíamos que la reunión de la OTAN en Madrid tiene un presupuesto de cincuenta millones de euros; habrá que añadir, millón arriba, millón abajo. No sé si lo costearemos nosotros, como país anfitrión que somos, o bien irán a cargo de la Organización del Tratado Atlántico Norte, que es el significado de OTAN. 

De cualquier forma, mi opinión es que se podía haber hecho un presupuesto más económico, pero nos agrada más vivir a lo grande. Ante estos derroches uno no puede por menos que acordarse, por ejemplo, de Suiza, país con unos nueve millones de habitantes, en el que curiosamente son pocos los que conocen el nombre de su presidente, claro que cambian cada año. Añadir también que él vive en su domicilio particular y se desplaza hasta su trabajo en tranvía, y así el país funciona como un reloj. Si con esta reunión, que tanto nos preocupa, se acordara la paz, daremos por bueno el presupuesto citado.