A menudo se señala a personas con dependencia emocional y a veces se confunden sentimientos como cariño, travesura, amor con dependencia emocional. Cuando hablo de señalar hay un doble sentido porque por un lado se cataloga a la persona como dependiente por no rozar directamente la inutilidad de la persona, y por otro lado socialmente se pone una etiqueta que carga la persona en su mochila, una piedra más. También cuando existe una situación de maltrato a la persona maltratada se le llama dependiente de la persona que maltrata, se dice que tiene una dependencia emocional y eso no es cierto.

La persona que maltrata es realmente la que tiene la dependencia emocional ya que necesita de la víctima para ejercer maltrato y no la deja vivir tranquilamente, y no necesario el maltrato debe ser momentáneo, puede dejar secuelas en la víctima y parece que las cosas son al revés, la persona maltratada solo quiere un cambio en su vida, ese sueño que parece que no llega nunca.

 Muchos profesionales hacen demagogia de estos términos, y por desgracia existen situaciones de dependencia emocional hacia estos profesionales por sus teorías psicológicas y esto no beneficia a la persona que depende de estos profesionales porque en el fondo todo es un negocio y una trampa. Espero que algún día exista un mundo pacífico, de cariño y de oportunidades para que no se usen estos términos hacia personas con problemas de la vida.