Los canguros presentan una imagen amigable y simpática, sobre todo para quienes no han conocido de cerca a estos marsupiales originarios de Australia. Pero pueden ser muy agresivos cuando se sienten amenazados, e incluso se han conocido casos de canguros que han matado a humanos, que no han sido conscientes de la fuerza que pueden tener.

Viral en TikTok

En los últimos días un canguro se ha hecho viral gracias a un vídeo subido a TikTok en la cuenta LAD bible, que se dedica a compartir grabaciones llamativas o impactantes de cualquier ámbito. Tanto que en apenas dos días ha alcanzado los 7 millones de visualizaciones, con más de 350.000 likes y de 14.000 comentarios de personas sorprendidas ante lo que se ve. “No es tu típico paseo con los perros”, aparece, en inglés, sobreimpresionado en el vídeo de la red social china.

Las imágenes muestran a cuatro perros de diferentes razas y tamaños que pasean junto a un río. Los canes van sueltos, al parecer acompañando a una mujer que es la que graba el vídeo, y se topan de repente con un canguro que permanece erguido, como si fuera una persona (y que alcanzaría más o menos metro y medio de altura), en medio del río, que le cubre poco más que los pies. Su posición impone bastante.

Ataque a los perros

A los perros les llama la atención esa presencia extraña y se aproximan a él, primero ladrando y mirándolo desde la distancia y después entrando al río para acercarse a él. El marsupial, ante su avance, da unos pasos hacia atrás, pero llega un momento en el que se siente amenazado y procede a pasar al ataque. Da saltos en el agua mientras intenta coger a los canes, especialmente al negro (el que más se le acerca) con sus patas delanteras a modo de brazos y con bastante agresividad. Cuatro veces intenta agarrar a ese perro, que consigue escapar. Mientras, se oyen los gritos desesperados de la mujer, que llama a los perros por su nombre intentando que se alejen del canguro sin que le hagan ningún caso en un primer momento.

Poco a poco van obedeciendo y se retiran en dirección a su dueña, aunque el canguro no pierde nunca su posición de alerta y continúa erguido, plantado sobre unas piedras que hay en medio del cauce del río, a la espera de recuperar la tranquilidad que tenía antes de esa incómoda visita.