Kaixo, papá. ¿Qué tal estás? Espero que bien. Pues sí, papá, he puesto el belén. Bueno, la verdad es que ya llevo unos años haciéndolo. No me queda tan bonito como los hacías tú, pero no queda mal. A ti te dieron algunos premios porque estaban muy bien realizados. ¡Tu trabajo te costaba! ¡Algo ya te ayudábamos! Todavía conservo las figuras que ponías en el nacimiento en casa de los abuelos en la calle San Antón. ¿Te acuerdas! En la iglesia de Santiago también colaboraste en la realización del belén durante unos cuantos años.

Y también cayeron algunos premios. ¡Eras un artista! ¡Cuántas horas metías! ¡Patxi y yo te solíamos ayudar! La verdad es que las Navidades me gustaban más antes, cuando era crío. En Nochevieja me disfrazo. Me suele dar pereza salir de casa, pero al final salgo. ¡Qué le vamos a hacer! En fin, papá, la mamá está bien y tus tres sobrinos siguen creciendo. Martín toca el violín como nadie y saca unas notas buenísimas. Mikel y Jon van a su aire. Jon dice que quiere ser cartero, pero como ahora hay robots, dice que no podrá ser. ¡Qué gracioso!

Si estás con la abuela Bibiana y el abuelo Ángel, dales un beso muy grande y diles que todavía conservo las figuras del belén. Y lo seguiré poniendo. ¡Ojalá algún día me den algún premio! Agur, papá. ¡Te queremos mucho!