- "La fortaleza de Osasuna está en el grupo", avisó Jagoba Arrasate en la previa del partido frente al Cádiz. Y así fue. Adrián López y Rubén García se erigieron como goleadores ante las bajas del Chimy Ávila -lesionado de larga duración-, Enric Gallego -que arrastraba molestias- y Juan Villar -traspasado al Almería-. Tanto Rubén García, que ya hizo ocho goles la pasada campaña, como Adrián López, que ya ha mojado en doce temporadas distintas, asumieron su nuevo rol en el Carranza.

Rubén García, autor del segundo tanto rojillo, remarcó la importancia del equipo por encima de las individualidades. "Somos un conjunto sólido atrás y que tiene que mantener la calma en todos los momentos: así es como podemos ir creciendo poco a poco en el campo. Veníamos a un campo muy complicado y hemos hecho un partido muy sólido y que nos ha servido para llevarnos los tres puntos", explicó el mediapunta.

El de Xàtiva destacó la importancia de esta primera victoria para seguir con la buena dinámica del año pasado. "Empezar ganando era muy importante por seguir con las sensaciones del año anterior. Acabamos siendo un equipo muy difícil de batir y hoy lo hemos vuelto a demostrar", señaló.

Rubén García anotó un gran gol a la media vuelta aprovechando una peinada de Torró en el primer palo. "Ha sido una jugada de saque de banda que hemos aprovechado bien. A veces se entrenan estas jugadas a balón parado, pero en este caso ha sido una acción que no teníamos trabajada. He puesto bien el cuerpo para girarme y he podido finalizar de primeras. Es un gol que sirve para sentirme cada vez mejor a nivel personal", reconoció.

En la celebración, el mediapunta quiso acordarse del Chimy Ávila y de Darko Brasanac, que sufren lesiones de larga duración. "He cogido la camiseta de Darko porque se nos ha lesionado. Chimy también nos va a dejar un tiempo y hemos salido al campo con una camiseta para darle fuerza. Son dos compañeros que van a estar ahora fuera del terreno de juego y que les apoyaremos día a día para que vuelvan cuanto antes", explicó. Sin duda, se trata de una muestra más de que Osasuna, por encima de las individualidades, es un equipo unido. Como se demostró ayer, esa puede ser su mayor virtud.

"Mantenemos

la misma sensación del año pasado de ser un equipo sólido y difícil de batir"

Jugador de Osasuna