El hombre de los dos milagros. Enrique Martín Monreal (Pamplona, 09/03/1956) siempre ha estado ahí cuando Osasuna lo ha necesitado, tanto de jugador como de entrenador. La bruja de Campanas dedicó prácticamente toda su vida al club rojillo, disputando un total de 300 partidos con el primer equipo, divididos en nueve temporadas. Además, el atacante navarro fue internacional con la selección en dos encuentros de 1982. Como entrenador acumuló siete temporadas divididas en dos épocas (1993-1999/2014-2016). Martín Monreal fue el artífice de la hazaña de ganar cuatro partidos seguidos para evitar el descenso a Segunda B en la 1996/97, denominada el milagro de Martín. Ahí no se quedó. Entró al banquillo de Osasuna en la 2014/15 para repetir la hazaña del 97 y evitar su posible desaparición. Un partido de infarto en el que Javi Flaño marcó el empate a 2 contra el Sabadell en el último minuto.

¿Cómo ve al equipo de Jagoba Arrasate de cara a esta final?

–Le veo bien. Sobre todo es una noticia muy importante que Budimir haya encontrado el gol en este momento tan puntual porque quedan siete partidos de liga y la temporada se perfila en estas últimas jornadas. En cuanto al equipo, ha mantenido una buena línea, está trabajando bien y a un partido le puedes ganar a cualquiera. El Madrid tiene un gran equipo y esto lo conocemos desde siempre. Ahora hay que tener un partido en el que tu equipo esté fenomenal, que las que llegues aciertes y que ellos que no metan las que tengan. Luego pues si el árbitro se tiene que equivocar que se equivoque a favor de Osasuna. Es la película de toda la vida.

Usted que ha estado en las horas más bajas del club, ¿qué siente al ver que Osasuna está donde está?

–Siento una gran alegría. Recuerdo que cuando el equipo bajó dije que teníamos seis años para volver a la elite y volvimos un poco antes. Con lo cual, es un motivo de alegría y felicidad. Somos osasunistas desde nenes y nos identificamos mucho con el equipo. Ahora llegan estos momentos tan bonitos y hay que vivirlos sin salirnos de la realidad pura y dura porque la historia nos enseña que en el momento en el que te sales de la realidad, el tortazo puede ser monumental. No hay que dejar llevarse por la euforia. Hay que pensar 50 segundos de dónde venimos, tanto en el fútbol como en la vida.

Enrique Martín, en el cierre de los actos del centenario de Osasuna, antes del partido ante el Granada en Primera División en 2021. Patxi Cascante

¿La gente le sigue dando las gracias cuando va por la calle? Le verán como un héroe. 

–Como osasunista y navarro, te sientes bien al ver a tu gente feliz en momentos puntuales, haber colaborado en un trayecto de la vida de Osasuna y haber conseguido lo que conseguimos. Aquí hay cantidad de gente a la que no le gusta el fútbol, pero le encanta Osasuna. Esto es una rueda, ahora disfruto de otros jugadores, otros entrenadores y hay que seguir aprovechando los buenos momentos.

¿Cuál cree que es la mentalidad con la que hay que salir a la final?

–Cuando fuimos a Bilbao dije que Osasuna tiene una cosa muy positiva: la ilusión. No tiene ninguna responsabilidad añadida, con lo cual, se trata de disfrutar del momento. El Madrid tiene obligación, igual que la tenía el Athletic por esa mochila de historia que lleva, pero Osasuna no. Así que eso no le va a atenazar nada, la gente va a estar muy suelta y, a partir de ahí, puede pasar cualquier cosa. Es un momento bonito e ilusionante para el club y casi único. Hemos tardado 20 años y no sé si veré la siguiente si tardamos tanto, pero es lo que nos toca así que hay que disfrutarlo. Seguro que será un buen partido, no me cabe ninguna duda.

Imaginemos que Osasuna pierde al descanso por uno o dos goles en la final. ¿Cómo levanta un entrenador el vestuario en esos momentos?

–Yo repartía los partidos en dos. Si en el descanso pierdes 2-0, has perdido un partido de 45 minutos. El segundo partido empieza 0-0 y hay que ganarlo ya sea por uno, por dos o por tres; pero lo que ha pasado hasta el descanso no vale para nada en el segundo tiempo. Me acuerdo que jugábamos así en los play off de ascenso. Íbamos a por el primer tiempo, 45 minutos a full, y luego ganabas, empatabas o perdías, pero en el segundo partido de 45 minutos había que ganar también.

“Osasuna no tiene ninguna responsabilidad añadida, se trata de disfrutar del momento”

¿Tiene esperanzas de que el equipo se lleve la Copa?

–Sí, claro que sí. Si hay que ir se va, pero no vamos a ir para nada. Vamos a por todas y vemos qué pasa.

¿Ve a Jagoba como una pieza clave de lo que se está logrando? 

–Sí, la figura del entrenador, del líder, es fundamental. Los jugadores son lo más importante y esto lo decimos siempre los entrenadores, pero el líder tiene que mover las piezas y gestionar el grupo. Desde fuera puede parecer sencillo, pero gestionar a 25 personas con sus propios egos no es fácil. Por lo tanto, es fundamental el liderazgo del míster y la gestión del grupo.

Tuvo a jugadores como David, Unai o Mikel Merino; ¿cómo ha visto su evolución?

–Uno intuía que Mikel, David, Unai o Álex Berenguer, si eran capaces de coger el ritmo a la Primera División, estarían a alto nivel. Con David y Unai intuía que en unos seis años iban a ser dos centrales con propiedad. Lo de Mikel era lo mismo: si eres capaz de hacer en Primera lo que haces en Segunda y coges el ritmo... Al final lo cogió y que llegara a la selección no me sorprende. A Berenguer le comenté que su viaje al fútbol italiano le iba a proporcionar una fuerza en muchos campos para luego volver aquí con todos los papeles en regla. Y así fue. No hace mucho estuve con ellos y es una gozada ver la evolución de niños a hombres. Me alegro muchísimo de que estén en la elite.

Como entrenador en la elite, ¿qué visión tenía de la Copa? ¿Le daba importancia?

–En la Copa yo siempre tenía una máxima: aquí juegan los que no lo hacen en la Liga. En un momento puntual fuimos avanzando y llegamos a octavos contra el Depor. Me metían caña para que pusiera al equipo titular, pero mi creencia siempre fue muy clara: hasta aquí nos han traído estos jugadores y no puedo negarles la oportunidad más bonita del trayecto. Nos eliminó el Depor y tuve que aguantar esas criticas, pero como para mí eran todos los jugadores iguales, tomé esa decisión y no me arrepentí.

¿Cómo vivió aquella final de 2005 como entrenador del Xerez? Al día siguiente jugaban ante el Ferrol.

–Sí, fui en el AVE desde Sevilla a Madrid y la estuve viendo. Había un ambientazo en el estadio y salió ese 2-1, una victoria por la mínima que es lo que normalmente puede pasar. Al final te queda ese gusto agridulce porque quieres ganar, pero doy gracias a Dios por haber vivido aquel momento porque en aquella época no sabíamos cuándo íbamos a volver. Ahora dar gracias por este rato que nos van a ofrecer en La Cartuja. Allí estaré.

¿Cuál es el recuerdo más bonito que tiene como jugador y entrenador?

–Puedo presumir y presumo de tener muchísimos momentos muy importantes en la vida de un jugador. Por ejemplo, cuando Osasuna jugó la UEFA por primera vez estuve ahí con mis compañeros. Nos clasificamos ganando a la Real en Pamplona y luego estuvo aquel partido contra el Glasgow Rangers. También recuerdo cuando fui a la selección estando en Osasuna porque hoy está todo más abierto, pero en aquel momento era todo más centralizado y se enfocaban en unos pocos equipos. Tuve la fortuna de ir con la selección dos veces en partido oficial. Luego con Osasuna teníamos esos últimos partidos de liga en los que había que ganar todo para salvarse y eran apasionantes. A nivel de entrenador he tenido mis momentazos viendo cómo nuestra gente disfrutaba y en los momentos de dificultad estaban ahí. Cuando les ves vibrando desde el balcón de la plaza del Ayuntamiento dices: “Dios mío, con esto me puedo morir tranquilo”.

En el caso de que Osasuna volviera a encontrarse en una muy mala situación deportiva, ¿volvería a coger las riendas del equipo si recurrieran a usted?

– ¿Que recurran a mí? Será difícil (ríe). Creo que cualquier osasunista haría cualquier cosa por Osasuna, no solo Enrique Martín. Vamos a disfrutar del momento, de lo que tenemos, y si llegan las dificultades ya se le hincará el diente de la forma que el dirigente de turno quiera.

¿Ha visto el cartel que se ha colocado en Sabadell para recordar de dónde viene Osasuna? 

–Me parece súper importante y bonito. Es recordar de dónde venimos, pero no solo de Sabadell, también hemos pasado momentos muy jodidos en la historia de Osasuna. En los momentos buenos el éxito te atonta. Por eso es importante que cada cierto tiempo pensemos de dónde venimos para que veamos que esto no es producto de la casualidad, sino que es un trabajo desde siempre, desde que nació Osasuna. En aquellos momentos difíciles, invitaban a aficionados a poner en el vestuario frases de ánimo a los futbolistas y había una que me la he quedado para siempre: “Osasuna, mucha gente te vio nacer, pero nadie te verá morir”. Cada vez que la digo se me pone la carne de gallina. Estoy convencido de que va a ser así. Le felicito en nombre de todo el osasunismo a la persona que la plasmó ahí porque creo que vale la pena tenerla presente.

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Encuentro entre Jagoba Arrasate y Enrique Martín Monreal en Tajonar Oskar Montero