Arrasate tiene motivos para estar contento porque la plantilla le ha respondido. Con los papeles más que repartidos entre sus jugadores en las dos primeras jornadas de Liga y en el debut en la Liga Conferencia, la actualización de roles en el encuentro en Valencia le dio un resultado excepcional. Hubo victoria con ocho futbolistas nuevos; siete de ellos, titulares por primera vez este curso. Si a ello se une que seis de los once disfrutaban de la denominación de origen de Tajonar, poco más se puede pedir a semejante introducción a lo bestia en el grupo.
Este cruce de combinaciones y peripecias de los once titulares es la riqueza que ofrece el equipo inicial del domingo que, por encima de todo, reivindica las condiciones de la plantilla para estar en varios frentes a la vez. Una prueba de fuego en toda regla de la que sale fortalecido todo el mundo, sube el listón de la competitividad, incrementa la confianza del grupo y le crea propuestas para la reflexión al entrenador.
Arrasate ha utilizado, con mayor o menor presencia, a todos los jugadores de la primera plantilla salvo a Unai García y Jorge Herrando y el lesionado Darko Brasanac. Y el examen para los nuevos no pudo tener mejor conclusión en Mestalla que la victoria y, en el caso de algunos, protagonismo indudable.
Al margen del protagonismo inequívoco de Sergio Herrera –algo a lo que está acostumbrado el equipo y el aficionado–, algunos futbolistas más dieron un interesante paso al frente. Iker Muñoz es considerado por los técnicos el recambio natural de Lucas Torró y con el canterano el equipo no chirrió en ningún momento. Es más, no se notó que es un futbolista relativamente novel en la Primera División y que ocupa una demarcación en donde se sufre mucho el más mínimo borrón. Pablo Ibañez, también en esa zona para el trazo fino, volvió a reivindicar sus posibilidades gracias al vigor y fútbol dinámico que desprende. El futbolista de Mutilva abarca campo, es un buen gestor de los espacios sin dueño y en Valencia resultó decisivo porque desencadenó la jugada del primer gol. Areso, también Raúl García, estuvieron en una senda interesante.
El partido
Seis rojillos en el área en el córner
La jugada del gol. Se le podrá achacar a Osasuna que tuvo su cuota de fortuna en Valencia, como también habrá que reconocerle que en el minuto 95 de partido habla bien del equipo que en el córner estén los dos centrales en posición de remate y que otros cuatro futbolistas acompañen la acción sin ningún reparo. Además de David García y Alejandro Catena, acudieron a la última pelea del partido –que no fue la última porque el árbitro se sacó una falta final para meter a todo el mundo en el área de Osasuna– Ante Budimir, que tocó el balón previamente al remate de Nacho Vidal. Iker Muñoz y Pablo Ibáñez completaban los integrantes del batallón rojillo.
