Se lo han pedido los propios vecinos de la Plaza del Castillo en varias ocasiones, y hasta se han reunido con el Ayuntamiento para explicarle la problemática. Y este jueves, también de nuevo, serán los grupos de la oposición los que soliciten al alcalde Enrique Maya que no repita el año que viene la programación de DJs en la Plaza del Castillo y las cuestionadas barras de hostelería, las “barras de la discordia”. Una semana después de que, primero, la concejala de Cultura, María García Barberena, y después, el propio alcalde en la Mesa de los Sanfermines, anunciaran contra el sentir de los residentes que las barras de la Plaza del Castillo, la música y toda la programación, volverán a repetirse en 2023 en este mismo enclave, dado el “enorme éxito” que, a su juicio, cosecharon, el PSN presenta este jueves una declaración, a la que se adhieren EHBildu y Geroa Bai, en la que solicitará al primer edil todo lo contrario, es decir, que escuche las quejas y ceje en su empeño.

Esta misma semana los vecinos de la Plaza del Castillo firmaron un comunicado conjunto reiterando su hastío con el devenir de este enclave en los Sanfermines de este año. “La plaza no está preparada a ningún nivel para una afluencia de 300.000 personas, y de ahí deriva la enorme cantidad de basura, alcohol y orines que inundaban la plaza”. 

"Ruido, suciedad, orines y actos incívicos"

“El alcalde Maya ha ido lanzando ante la opinión pública distintas ocurrencias y propuestas improvisadas y unilaterales sobre las fiestas de San Fermín”, recuerda la declaración. “Todo quedó en agua de borrajas, salvo la más polémica de todas sus ocurrencias: la colocación de unas barras de bar en la Plaza del Castillo”. Porque, como añade el texto, “no importó ni las quejas vecinales, ni las críticas de la oposición, ni la de los hosteleros afectados, ni la de gran parte de la ciudad que creía un error ampliar la oferta alcohólica en la Plaza del Castillo por la evidente problemática que ello iba a acarrear”.

El resultado fue “una reducción del espacio físico urbano, mayor afluencia de gente y un incremento del consumo alcohólico en pleno centro de la fiesta, con el consiguiente aumento de ruido, suciedad, orines y actos incívicos”. Al respecto, indican, que el Equipo de Gobierno de Navarra suma, a pesar de las quejas vecinales, que han salido a la luz pública, ha seguido adelante y en la pasada Mesa de los Sanfermines el alcalde y la concejala de Cultura reiteraron su interés en repetir esta programación, y “mantener las barras de la discordia”. Se trata de una decisión que se adelanta ya a lo que pueda pasar el año que viene, con unas elecciones de por medio, lo que le hace ser más cuestionada todavía.

Por eso, la declaración propondrá “rechazar la intención manifestada por Maya”, de repetir las barras, y exigir a éste y su equipo que “no adopte ninguna medida relevante de cara a las próximas fiestas” sin el “debate y consenso” de la Mesa de los Sanfermines.