Cada 14 de julio, Francia celebra su fiesta nacional y, sobre todo desde la vecina Iparralde, desembarcan en Pamplona, celebran su fiesta nacional por el Casco Viejo y aprovechan al máximo las últimas horas de San Fermín.

Sin embargo, este año, Baiona, ciudad hermana, ha adelantado sus fiestas al 10 de julio porque el Gobierno de Emmanuel Macron ha prohibido actos masivos durante los Juegos Olímpicos, que se desarrollarán en París entre el 26 de julio y el 11 de agosto.

¿Qué harán los galos? ¿Vivirán las fiestas de casa o apostarán por Pamplona? ¿Serán unos Sanfermines 2024 sin franceses? A tres meses para el Chupinazo, hoteles, campings, restaurantes y bares de copas predicen el futuro.

Iñigo Ojinaga, vicepresidente de la Asociación Hoteles de Pamplona, señala que la afluencia de franceses siempre es muy importante los últimos días de San Fermín.

“En mi caso, suponen el 50% de las reservas. Incluso, algunos años, alcanzan el 70%. Sobre todo proceden de Iparralde”, informa Iñigo, propietario de Pamplona Catedral y Pamplona Plaza.

La coincidencia en el calendario de dos eventos festivos afectará al sector, aunque el vicepresidente de la asociación de hoteles es optimista: “Juega a nuestro favor que San Fermín es la mejor fiesta del mundo. Así que no debemos tener miedo”.

Más allá de sensaciones, Iñigo habla con datos en la mano. “Tenemos muchas reservas de clientes de Iparralde que llevan 15 años apostando por nosotros. Nos han confirmado personas de San Juan de Luz e incluso de la propia Baiona”, detalla.

El perfil habitual de sus huéspedes son grupos de entre 40 y 60 años que pernoctan dos noches y vienen a disfrutar de la fiesta y a saborear nuestra gastronomía. “Siempre nos dicen que la comida es más rica y la bebida es más barata”, indica.

Sin embargo, Iñigo prevé que los jóvenes franceses se queden en Baiona, aunque no es el tipo de público que se aloja en hoteles. “Pasan la noche, duermen en el coche y al día siguiente se vuelven”, apunta.

En el último tramo de San Fermín, el cliente galo supone el 30% de las reservas del Hotel Tres Reyes. “Históricamente, los días 12, 13 y 14 son muy franceses”, explica Víctor Sánchez, director del Hotel Tres Reyes. El turista procede de Iparralde y de Dax y Nimes, ciudades con gran tradición taurina. “El toro atrae mucho”, defiende Víctor.

La coincidencia de las fiestas de Pamplona y Baiona “sumar no sumará, pero tampoco nos va a quitar mucho. Por ahora, los datos se mantienen, el segundo fin de semana lo tenemos bastante animado. Quizás afecte más a la hostelería”, presagia Víctor. 

Desde hace décadas, el Hotel Maissonave también acoge a turistas franceses. “Son cuadrillas de amigos de entre 35 y 65 años”, comenta Leyre Alemán, directora del Maissonave. Este cliente “habitual” ha confirmado su presencia en las fiestas, aunque la ocupación para el 13 y 14 es menor que la registrada el año pasado por estas mismas fechas.

Las fiestas de Baiona pueden ser una de las razones, pero Alemán cree que entran en juego otros factores como la Eurocopa de fútbol en Alemania o los Juegos Olímpicos en París. “Cuando hay grandes eventos en verano, San Fermín se resiente”, asegura. “Con olimpiadas y mundiales de fútbol siempre viene menos gente”, insiste Víctor.

Tampoco es una buena noticia que el 14 de julio –fiesta nacional de Francia– caiga en domingo porque “siempre es el día de la semana con menos ocupación”, subraya Leyre.

Campings

Ana Beriain, presidenta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, lamenta que los Juegos Olímpicos de París hagan coincidir las fiestas de dos ciudades hermanadas y avanza que este 2024 vendrán menos franceses a Pamplona.

Al haber dos opciones, la gente se dividirá. Las fiestas de Baiona son muy buenas e importantes –acuden más de un millón de personas cada año– y habrá quien prefiera quedarse en casa y no vendrá a San Fermín”.

Ana Beriain también es presidenta de la Asociación Campings de Navarra y este tipo de alojamientos, excepto los ubicados en la propia ciudad, no se resentirán porque “a partir del 8, las fiestas ya no tienen tanta incidencia como para llenar campings a 30 kilómetros de Pamplona. Los dos primeros días estamos hasta arriba de clientes internacionales, pero luego siempre encuentran sitio en el centro. Ya no están obligados a dormir a las afueras”, explica.

Hostelería

Juan Carlos Oroz, propietario del Chez Belagua, conoce a varias cuadrillas de franceses “por su nombre y apellido. Son fijos todos los Sanfermines, no se los pierden por nada en el mundo”, comenta Juan Carlos.

Estos grupos, con amistades en Pamplona, comen en la sidrería el 13 o 14, pero este año han adelantado su visita porque también quieren disfrutar de las fiestas de Baiona. “Vienen antes del 10”, detalla.

El propietario del Chez Belagua no sabe por qué se decantarán los franceses que de normal acuden a San Fermín porque “es una circunstancia que nunca se ha dado”, destaca.

Eso sí, más allá de estos grupos “fieles”, los galos son un cliente minoritario en la sidrería. “En el comedor, trabajamos con la gente de Pamplona. Algún francés entra, se echa un pincho en la barra y poco más. En San Fermín hay tanta gente por la calle que no sé si les echaremos de menos. Si vienen bien, si no, tampoco pasa nada. No nos preocupa en exceso que coincidan las dos fiestas”, expresa.

Bares de copas

Carlos Tabar –Kabiya, Carbonera y Rockcollection– reconoce que las fiestas de Baiona “se notarán” en los bares de copas, pero la afección será leve.

“El 13 y el 14 siempre hay un repunte de franceses, pero no dependemos de ellos, ni mucho menos”, aclara. En la misma línea, Carlos ahonda en que San Fermín, desde la pandemia, “cada vez es más nacionales y menos internacional”.

En sus establecimientos, el perfil son adultos “de unos 50 años” que “consumen mucho” y que llevan viniendo muchos años “porque tienen amistades con gente de Pamplona de toda la vida”. Por eso, Tabar augura que los franceses apostarán por “los Sanfermines porque son unas fiestas especiales que no se puede comparar con las de Baiona”. 

Andoni Saez, propietario del Subsuelo, no suele tener mucha clientela francesa en San Fermín porque no saben que en la Plaza del Castillo hay un bar de copas bajo tierra. “A pie de calle no se ve y, si no sabes lo que hay, no bajas. Viene la gente de Pamplona, que sabe que estamos ahí”, comenta Andoni, que no le apena que los franceses desconozcan el Subsuelo.

“Los pocos que vienen se ponen morados de redbull con vodzka y no se comportan muy bien”, lamenta. Por eso, no le importa que este año coincidan ambas fiestas. “Si este año son menos, mejor que mejor”, se ríe. 

Dos fines de semana

Hoteles, restaurantes y bares de copas confían en compensar la previsible caída de clientes franceses con la llegada de visitantes nacionales el 13 y el 14, que este año caen en sábado y domingo. “Tener un segundo fin de semana siempre es mucho mejor que disponer solo de uno. Se notará seguro”, confía Ana Beriain.

En la misma línea, apuntan desde la Asociación Hoteles: “Al final de San Fermín cuesta atraer más a la gente y no suele haber mucho turismo nacional. Nos viene muy bien que este año 13 y 14 sean fin de semana. Nos ayudará”.