Jon Ander Peña y Peio Etxeberria afrontan sin excusas el duelo de semifinales del Cuatro y Medio que este sábado dirimirán en el Ogueta de Gasteiz. Allí se han reunido esta mañana para separar un material que ha sido del gusto de ambos, como también lo es la cancha vitoriana. El premio en juego es especialmente goloso para dos pelotaris que aún no han podido disputar una final de esta competición.

"Es un frontón bonito, adecuado para ese día, para una semifinal. En el frontis la pelota se para un poco, pero en el suelo anda bastante. Es bueno para atacar, pero difícil para defender, por lo que intentaremos estar en ataque lo máximo posible", indicaba Etxeberria respecto al recinto de Mendizorrotza.

Más vehemente en sus elogios al Ogueta era Peña: "Es un frontón muy bueno. Quizás a alguno no le gustará, pero es muy noble, no hace extraños, es una cancha bonita". Le trae buenos recuerdos, pese a que hace un año, en ese mismo escenario, perdió ante Altuna en el Cuatro y Medio (22-16). En aquella cita, dominaba en el marcador por 11-14 hasta que sufrió una lesión muscular que le obligó a abandonar la competición. "Ese día hice un gran partido hasta que me lesioné y este verano he jugado dos partidos junto a Albisu en La Blanca y sacamos la txapela", rememora.

También respecto al cestaño ha habido consenso. "En general son buenas pelotas. Hay tres bastante parecidas y una un poco más amarilla, que es mía", decía Etxeberria (104,9 y 105,5 gramos), haciendo referencia a un cuero algo más rápido que el resto. Peña II (105,1 y 104,7) expresaba su satisfacción más claramente aún: "A lo largo de todo el campeonato las pelotas han sido muy buenas. En verano nos quejamos un poco, pero ahora es al contrario, son pelotas vivas pero exigentes, de las que andan por debajo. Nadie se ha quejado del material, por esa parte todos contentos".

En lo meramente deportivo, Peio Etxebarria se presenta invicto. Pero el de Zenotz resta importancia a lo sucedido hasta ahora: "No creo que quiera decir nada". Empezó la liguilla dejando en 9 a Jaka. "Llegué a 22 fácil, pero quizás Erik no tuvo su mejor día", admite. En la segunda jornada, logró derrotar por primera vez al vigente campeón, Joseba Ezkurdia, que le había doblegado en sus cinco pulsos individuales previos: "Contra Joseba me costó muchísimo ganar. No creo que por dos partidos se pueda decir que estoy confianza o no". El pasado fin de semana quedó exento de competir debido a la baja de Salaberria y optó por el descanso activo. "La semana pasada metí buenos entrenamientos físicos. El viernes jugué un partido en Beasain -perdió con Tolosa por 22-21 frente a Elordi-Rezusta- y acabé muy a gusto, sin ningún dolor", explicaba el de Zenotz, que aprovechó el viaje a Gasteiz para hacer, tras la elección, un entrenamiento en frontón con un sparring de lujo, el campeón manomanista Aitor Elordi.

Por su parte, Peña no llega con esa inmaculada hoja de servicios a las semifinales. Tras vapulear en octavos a Elezkano (5-22), en la liguilla de cuartos ha vencido a Elordi (19-22) y Artola (20-22), pero cayó a manos de Altuna (22-11). "He hecho una liguilla de mucho mérito. Tenía unos contrarios increíbles y es muy difícil hacer tres partidos muy buenos. De tres he ganado a dos e incluso en esos he tenido algunos momentos que tengo que mejorar, pero en general la sensación es muy buena", manifiesta el tolosarra, que destapa su ambición: "No me conformo con esto. Estoy en una semifinal a un solo partido y, aunque tengo un contrario muy duro, el premio es muy grande".

Efectivamente, la final está a un solo paso. Muy cerca, pero también muy lejos. Bien lo sabe Etxeberria, que de momento no quiere pensar en la cita del día 19 en el frontón Bizkaia: "Para mí es la tercera semifinal consecutiva y por las dos anteriores ya sé lo que es quedarte fuera, así que no le doy ninguna vuelta a la final. Si tenemos la suerte de llegar a 22, ya habrá tiempo de dárselas".

Más que en lo que se puede perder, Peña se centra en que "hay muchísimo por ganar. A mí personalmente nadie me ha regalado nada, estoy aquí por mis méritos y ganar este partido supondría una alegría inmensa". Para conseguirlo, el tolosarra ve clave sacar a Peio Etxeberria del centro de la cancha: "Él coge muy fácil esa posición y desde allí mueve la pelota con mucha velocidad a los dos lados. Y corriendo de una lado para otro es muy difícil ganarle. Intentaremos coger nosotros el centro y moverle a él". En el otro bando, el de Zenotz no quiere salirse de un guion que le ha funcionado muy bien: "Seguiré intentando hacer mi juego, poner mi ritmo y si lo consigo tendré opciones".

Peña aún sentía hoy los efectos de la paliza que se dio el domingo para hacer hincar la rodilla a Artola. "Fue un partido de gran tensión y esa tensión genera muchas agujetas de las que todavía estoy por recuperar", reconocía. También arrastra las consecuencias de un golpe en la rodilla: "Me molesta un poco. La he tenido hinchada, pero por suerte no fue más que un golpe fuerte. No creo que me moleste para el sábado". Su rival llega impoluto en el aspecto físico, pero aun así se aferra a la cautela: "No creo que llegue mejor nunca y tampoco le doy vuelta a eso. Aquí hay que jugar el día D a la hora H".