Los navarros Peio Etxeberria-José Javier Zabaleta iniciaron este domingo con buen pie su camino en la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas en el Ogueta de Gasteiz después de derrotar a Altuna III-Martija por un holgado 14-22.

El descorche fue de partido de campeonato. Partido de tensión. Partido compromiso. Poco riesgo. Mucha velocidad. Ritmo alto. Toda la carne en el asador. 81 pelotazos para empezar a sudar. Altuna III encontró el agujero en el ancho y un fallo de entendimiento entre Peio Etxeberria y Zabaleta permitió el tanto colorado. Un error del zaguero de Etxarren marcó la primera tacada azul. A partir de ese instante, reparto de golpes. Jokin falló una contradejada desde el ancho y Peio encontró petróleo en una volea por la pared. 2-2. Hubo abrazo también en el tercer cartón.  

Una escapada de Martija encima de la chapa abrió la racha colorada. Los campeones de 2022, con menos pegada que sus adversarios, saben agarrarse a los encuentros. Animales competitivos. Zabaleta encontró la chapa superior para poner el 5-3. Un voleón al txoko de Peio Etxeberria frenó la dinámica y volvió a compactar el luminoso (5-4). Respeto máximo entre dos combinaciones que saben el oficio de una liguilla de semifinales. Compactó un buen gancho de Peio, el remate más ajustado del partido. El de Zenotz tomó protagonismo para evitar el castigo de su compañero. El 6-5 fue un fallo de Zabaleta y Martija clavó un derechazo atrás en el 7-5. Encuentro de tintes épicos en el Ogueta, posiblemente el frontón industrial más exigente. Se pasaban los 300 pelotazos en poco más de 25 minutos de juego. Pico y pala. El 8-5 fue un error de Etxeberria.

El crecimiento de Peio Etxeberria-Zabaleta

Zabaleta se sacó la espina con un derechazo espeluznante al rebote que puso el 8-6. Martija esperaba en el nueve. Altuna III limpiaba la maleza. Ideas claras. El plan. El de Etxarren: la de cal y la de arena. Ensayó una dejada al txoko que tocó colchón. Fue el 9-6. A raíz de ese instante llegó el dominio azul. Martija tocó la chapa superior. Peio Etxeberria, atrevido, serio, trabajador, reconoció terreno. Jugó valiente.

Tacada azul de seis tantos para irse al primer descanso largo en ventaja, la primera azul: 9-12. El 9-11 fue una declaración de intenciones del delantero de Zenotz: saque al ancho y gancho potente. El 9-13 fue un gancho de Peio. José Javier subió una marcha. Aumentó la presión sobre Martija.  

Te puede interesar:

Trabajó mucho Jokin, pero le costó cruzar, buscar ángulos. El equilibrio se había roto. Zabaleta empezó a decidir. Peio Etxeberria se quitó las cadenas. Del trabajo exhausto a la excelencia. Estuvo soberbio. Solo dos pelotazos profundos de Altuna pusieron pimienta. Directos al segundo descanso con una buena ventaja (11-18). El de Zenotz trazó dos remates de auténtico genio: una dejada a la contra con el efecto cambiado y una parada en el ancho desde el suelo. La sangría se alargó con un saque. Peio, un huracán, tiró una volea, pero recuperó crédito con un gancho.

Altuna III arriesgó para fallar el 21 azul. Pero el amezketarra tiene más peligro que un jacuzzi de pirañas. Después de muchos pelotazos dominados, Martija puso el cuero en el diez y Jokin metió un gancho perfecto. Contrarreloj contra el tanteo. El 14-21 fue un buen pelotazo del guipuzcoano atrás. El cierre fue un yerro en defensa del campeón del Cuatro y Medio.