El rey don Juan Carlos vive actualmente en el Pabellón del Príncipe, antigua residencia de los actuales reyes, pero su lugar de residencia más extenso fue el Palacio de la Zarzuela. Tras su abdicación, el padre de Felipe VI dejó la casa en la que llevaba viviendo desde 1962, cuando contrajo matrimonio con Doña Sofía. Trece años después, tras la restauración de la Monarquía, Don Juan Carlos y Doña Sofía decidieron seguir viviendo en La Zarzuela y renunciaron a trasladarse al Palacio Real de Madrid, que es la residencia oficial de los Reyes de España y quedó reservada para ceremonias oficiales de alta representación. En La Zarzuela crecieron sus hijos, el actual Rey, Don Felipe, y las Infantas Doña Elena y Doña Cristina.

En 1999 se empezó a construir el llamado Pabellón del Príncipe, situado a unos mil metros de distancia del Palacio de La Zarzuela, en el que se instaló Don Felipe, aún soltero, en 2002, y después con Doña Letizia, en 2004. Aunque la idea inicial era que, tras el relevo en la Corona, los nuevos Reyes se trasladaran al Palacio de La Zarzuela y los anteriores Monarcas se instalaran en el llamado Pabellón del Príncipe, cuando se produjo la abdicación, en junio de 2014, Don Felipe y Doña Letizia decidieron continuar en su residencia y que tanto Don Juan Carlos como Doña Sofía siguieran en sus dependencias.

Aunque la residencia real del monarca, cuando su relación con Corinna se estrecha fue La Angorrilla, El Rey hizo obras por varios cientos de miles de euros y allí vivió su amante entre 2008 y 2012, con su hijo. Patrimonio Nacional pagó -con dinero público- parte de las obras de rehabilitación de la finca, en la que vivió durante casi cinco años la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein junto con su hijo.

Esta finca está dentro del monte del Pardo, que pertenece a Patrimonio Nacional, y muy cerca del complejo de La Zarzuela. Fuentes muy cercanas a La Zarzuela citadas por 'El Confidencial' estimaron que el importe final de estas obras fue de más de dos millones de euros, y que además no se detalló en el presupuesto de inversiones de Patrimonio Nacional. El organismo público que se encarga de mantener las instalaciones históricas de las que hace uso la Corona no detalla en qué se gasta el dinero de reformas, y las engloba todas bajo un presupuesto genérico.