El plácido camino hacia el congreso de UPN solo ha tenido un obstáculo: uno levantado por un pequeño grupo de afiliados que ha manifestado públicamente, en los órganos del partido y en los medios de comunicación, su descontento por los manejos de Cristina Ibarrola y Alejandro Toquero para alumbrar una candidatura única.

Julen Sesma Redondo (Pamplona, 6 de noviembre de 1996) es, quizá, el más movido de los 11 destacados cargos de UPN –entre concejales, alcaldes y miembros del alto organigrama– que presentaron sus candidaturas para la Ejecutiva a modo de protesta y han terminado retirándolas por considerar que el proceso no es limpio. Un episodio que ha calentado el congreso del domingo.

Presentaron sus candidaturas a la Ejecutiva y el martes las retiraron entre críticas a la limpieza del proceso. 

Éramos once personas distintas, pero que compartíamos que en UPN hay que hacer un análisis crítico. Yo intenté montar una candidatura alternativa hasta diez minutos antes de que expirara el plazo. Creía que era positivo que la afiliación pudiera elegir. No pude. Pienso que UPN no puede tener miedo al debate.

¿Qué ha pasado para que retiren las candidaturas?

Somos críticos con que la coordinadora del Congreso, que es la todavía secretaria general Yolanda Ibáñez, forme parte a su vez de la lista de Ibarrola y Toquero. Me parece incompatible.

¿Cuál es el problema de fondo? 

A la candidatura de Ibarrola se le van a dar muchísimas papeletas cerradas, con las x marcadas en los 21 candidatos. A nosotros nos van a dar seis papeletas a cada uno. No me puede votar ni mi familia. Sé que todo está ajustado a reglamento, pero creo que tendría que haberse sido mucho más flexible con nosotros, que también tenemos el derecho de llegar a todo el mundo. 

¿Es la gota que ha colmado el vaso? 

De todo lo que ha pasado, es lo más importante. Hasta ahora ha habido discrepancias políticas entre compañeros, eso es bueno. El problema es que nosotros partíamos de una desigualdad absoluta. Yo no puedo empezar un partido de fútbol si el árbitro va con el equipo contrario y el marcador arranca con 1000 a 6.

¿De verdad el motivo es ese? ¿Es tan importante? Si va a haber papeletas para todos los afiliados... 

Es que no partimos de posiciones iguales. Yo no tengo la opción de explicar a la afiliación qué quiero para UPN. Nos vemos en la obligación moral de denunciarlo.

¿Cree que han querido evitar sus candidaturas?

En UPN no ha habido otra candidatura porque ha habido miedo.

Miedo, ausencia de papeletas... ¿por qué ocurre esto? 

Son muchos palos en la rueda. Yo a la candidatura de Ibarrola, Toquero y Sota no tengo ningún reproche que hacerle. Lo que sí digo es que desde la coordinadora del congreso no se nos ha tratado como a los demás, se nos ha dificultado. No se ha tratado igual a todos los candidatos. Y hay que ser crítico con eso. Esparza dijo en un consejo político que nadie de la dirección se iba a presentar a nada, y la actual secretaria general se presenta y además es la coordinadora del congreso. Hombre, cada uno puede pensar lo que quiera, pero cuanto menos es poco transparente.

¿Por qué han sufrido trabas? 

Me encantaría saberlo.

¿Ha perdido UPN tolerancia hacia discursos distintos al oficial? 

Las opiniones pueden expresarse: yo siempre lo he hecho y nunca me han llamado al orden. Yo no puedo responder a esa pregunta, pero me gustaría saberlo.

¿Qué sospecha? 

¿No soy lo suficientemente válido para una candidatura? ¿No somos válidos, la validez se mide por afinidades personales? Creo que va por ahí. Y luego está el componente tradicional. UPN es un partido de corrientes, hay gente de muchas sensibilidades. Y parece como que se teme esa diversidad.

Si retiran sus candidaturas, ¿podrá medirse el descontento?

Imposible. Bueno, habrá que mirar los votos nulos y los blancos.

Usted fue crítico con la lista conjunta de Ibarrola y Toquero. 

UPN tiene que volver a pisar la calle. Tiene que volver al asociacionismo, a las comparsas, a los clubes deportivos, a las asociaciones de ocio y tiempo libre... La gente no vota a EH Bildu porque sea abertzale o proetarra, la gente vota a EH Bildu porque están en la unidad de barrio, son el monitor, el kiliki, el que baila el gigante... han sabido incluirse en la sociedad y luchar por lo que le interesa a la gente. Nosotros hemos perdido la calle por haberla abandonado.

¿Qué ha hecho mal UPN? 

Nos hemos centrado demasiado en las instituciones. Y para volver a la calle tienes que tener a un presidente del partido 100% centrado en ese objetivo. Ibarrola, si quiere volver a ser alcaldesa, tendrá que invertir todos sus esfuerzos en eso. Lo mismo digo de Toquero: tendrá que centrarse en mantener su mayoría absoluta. No van a tener el tiempo que UPN exige. Ya no hay opción y a muerte con ellos. Pero mis críticas eran por eso.

¿Desde cuándo percibe que UPN está fuera? 

Yo lo entiendo como parte de un cambio social. No es algo achacable a Esparza, a Sanz o a Barcina. Yo estoy muy cerca del asociacionismo y veo que no estamos. Y no solo eso: veo que hay mucha gente que nos espera. 

¿Cómo valora la etapa de Esparza al frente del partido? 

No ha tenido una coyuntura fácil. Mi crítica va por el tiempo dedicado al partido. Creo que un presidente tiene que estar 100% a eso. Compatibilizar eso con la portavocía parlamentaria es complicado. En lo personal, siempre me he sentido escuchado por él.

Su mandato ha sido el de la ruptura de Navarra Suma, el de la crisis de Sayas y Adanero, el de la marcha de históricos al PP... 

Con lo de Sayas y Adanero, la dirección tiene mi apoyo completamente. Quien es desleal no pinta nada aquí. Una cosa es la crítica y otra la traición.

¿Qué opina de la política de pactos?

Si el objetivo de UPN es volver a gobernar, las cuentas no salen con la derecha y hay que mirar a la izquierda. Estaría de acuerdo con un gobierno con PSN y Geroa Bai.

¿De Vox y PP qué opina?

UPN es un partido incompatible con Vox. Con el PP estamos cómodos en muchas cosas, como nos pasa con el PSN o Geroa Bai. Pero creo que UPN siempre tiene que ir en solitario, con sus siglas. Y luego tener las manos libres para actuar.

¿Podrá UPN cambiar el rumbo que usted pide con casi la misma gente que en la época de Esparza? 

Llevan gente válida. Yo tengo ya algunas x marcadas...

¿Va a votar a los 21 [los candidatos oficiales de la lista de Ibarrola]? 

No.

¿Y a Ibarrola? ¿La va a votar?

Solo diré que voy a votar y voy a promover que la gente vote.

¿Va a votar a Ibarrola? 

Votaré a algún cargo unipersonal. Pero al margen de eso, les seré leal.

Se han retirado, ¿pero creen que hay margen para cambiar el partido y hacerlo más limpio?

Sí, todo. Ayer [por el martes], Ibarrola explicó el proyecto en Sarriguren: habló de que UPN necesita soldados. Nosotros vamos a ser los primeros en ir a pegar carteles.

¿No es inexplicable por su parte? Critica que les limitan la participación y a cambio ustedes ofrecen lealtad. No sé...

Mis críticas no son hacia Ibarrola, Toquero y Sota. Son hacia la coordinadora del congreso.

Hay quien dice, dentro del partido, que ustedes no dejan de ser unos simples rebotados. 

A mí nunca me lo han dicho. Mucho menos, a la cara. Yo tengo mi trabajo, no vivo de la política. Me consta que esta situación la vivimos los once que presentamos nuestra candidatura. No le doy más vueltas a ese tipo de habladurías.

¿Cree que pueden tomar alguna represalia política contra usted después del congreso? 

Si me piden el acta, la entrego. Si me piden aumentar mi compromiso, lo asumo. Si me piden hacer un cubateo en Príncipe de Viana, lo haré. No creo que me vayan a condenar al ostracismo. La dirección es inteligente y sabe que necesita a todo el mundo. No somos desleales, hemos sido autocríticos.