pamplona - La Iglesia navarra, y el arzobispo de Pamplona como máximo responsable de la misma, habían sido señalados hasta el momento en denuncias policiales, en medios como este, en denuncias parlamentarias y, ayer, volvieron a ser señalados en las calles. Lo fueron por aquellos quienes siendo niños sufrieron la violencia sexual de unos religiosos de los que ahora la diócesis se desentiende. Por ello mismo, en busca de un compromiso y una investigación seria, en definitiva, en busca de verdad, justicia y reparación, la Asociación de víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, que actualmente cuenta con una decena de miembros y que ha aglutinado hasta 27 denuncias publicadas en este medio, en siete colegios distintos entre 1958 y 1983, decidió ayer que su voz se escuchara alta y clara en el lugar señalado: el Palacio Arzobispal. Allí, al mediodía se concentró una multitud de 150 personas que arroparon a las víctimas de esta lacra. En el acto efectuaron una denuncia simbólica conjunta para exigir que se persigan los delitos sufridos y que no prescriban.
no asumen responsabilidad En su denuncia, que los miembros de la Asociación Marcos Leyún y Mikel Eziolatza expusieron mediante la lectura de un comunicado, en castellano y en euskera respectivamente, apelaron a la responsabilidad del Arzobispado, la cabeza de la Iglesia navarra, que sigue "sin asumir ninguna responsabilidad en los abusos de pederastia producidos en su archidiócesis" y que se escuda tras la independencia canónica de algunos centros, la prescripción de los hechos y el fallecimiento de los presuntos abusadores. "Sentimos que nuestro relato no les importa, que nuestro dolor no les afecta. No quieren pedir perdón porque eso supondría reconocer un delito", apuntaron. De esta forma, alzaron la voz para exigir que se investiguen los abusos sexuales que sufrieron "siendo niños inocentes", que "no sabíamos ni entendíamos lo que nos sucedía", no como pecados de religiosos, "sino como delitos graves que la justicia se niega a reconocer y perseguir".
En la misma línea, recordaron con escepticismo la visita del presidente de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Ricardo Blázquez, a la Universidad del Opus Dei en Navarra donde afirmó que la impunidad con la pederastia en la Iglesia española había llegado a su fin y que el protocolo que desarrollan será "implacable con los abusos a niños". "No piensan mover un dedo con los abusos a niños", aseguraron desde la Asociación, para manifestar que "aquí estamos y estaremos denunciando".
Asimismo, lamentaron que "el inicialmente esperanzador mensaje del Papa Francisco contra la pederastia y los abusos sexuales de los miembros del clero no cala en ellos" y criticaron la actitud del arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, que "elude la responsabilidad y la culpa" a pesar de ser directo responsable del Colegio Diocesano del Puy de Estella, donde ya se han denunciado seis casos de abusos sexuales.
no más vergüenza Ayer, pasados entre 40 y 70 años de aquella pesadilla, miembros de la asociación y más víctimas que denunciaron los abusos sufridos en este medio decidieron romper el silencio que mantenían "por ignorancia, vergüenza y miedo", al entender que los únicos que deberían sentir vergüenza son los abusadores pederastas y no sus víctimas.
Tras recibir el aplauso acogedor del centenar de asistentes, el acto se cerró ayer con un gesto simbólico: la ruptura de las denuncias canónicas. Uno a uno, "por no ser ilusos", los miembros de la Asociación tiraron a una basura sus denuncias y las peticiones que le hicieron a Pérez frente al "lugar encubridor" que es el Arzobispado. "Para que hagan esto que habéis visto, tirarlas a la papelera, mejor lo hacemos nosotros. Esta es la confianza que tenemos en la justicia canónica", concluyó Leyún.
Además, los denunciantes repartieron octavillas en las que reflejaron parte de su relato y pasaron el cepillo, que en esta ocasión fue una bolsa, con la que recolectaron 941 euros que irán destinados a los fondos de la Asociación. Por último, con la ayuda de los presentes, corearon algunos lemas como No es un pecado, es un delito, Concordato protector, obispo encubridor, Fuimos abusados, ahora silenciados, Abusados de menores, ahora acusadores o Con la prescripción no hay reparación frente las puertas del Palacio Arzobispal, que permanecieron cerradas en todo momento.
Agradecimientos. La asociación de víctimas de abusos sexuales en centros religiosos de Navarra quiso agradecer su asistencia a la concentración Asociación de mayores Lacarra, Zabaldi, la Asociación de vecinos del casco Viejo, la Asociación de Protección a la Infancia Contra el Abuso (PICA), el parlamentario Mikel Buil y la exparlamentaria Tere Sáez, los medios de comunicación y el resto de asistentes que los respaldaron ayer.
Jornada sobre la pederastia. El próximo 14 de febrero, la Asociación de Víctimas de Abusos con la colaboración de la UPNA, va a celebrar una jornada sobre la pederastia en la Iglesia en Navarra, con la presencia de catedráticos de diferentes universidades que abordarán el tema desde el punto de vista judicial y psicológico.