El centro de mayores Convive Oskia de Fundación Caja Navarra, en el barrio de San Juan de Pamplona, llevó a cabo el pasado martes una iniciativa solidaria cuyos presentes tenían como destinatarios a personas mayores de la residencia La Vaguada. El proyecto consistió en la realización de pequeños detalles pre-sanfermineros con el fin de animar a los residentes. Desde pañuelicos hasta pequeños broches de distintas formas en blanco y rojo, las integrantes de Oskia se encargaron de impregnar la Vaguada de un espíritu festivo y alegre. Julia, responsable del centro, se mostró orgullosa de “la participación activa e ilusión de todos los presentes por el proyecto, sabiendo que era para sus vecinos de San Juan”.

Una de las residentes de La Vaguada baila al ritmo de la música.

Conchi Hueso explicó que la idea nació tras unos cursos que realizaron en Navidad. Alrededor de 17 voluntarias se sumaron al proyecto en un principio, con trabajo manual, y más tarde la gente fue ayudando con lo que podía; con la compra de otros regalos, aportando telas o materiales... Conchi aseguró que repetirán. “Ha sido una tarde muy bonita y nos encantaría volver a sentir esta alegría”.

“¡Me he animado mucho, con este ambiente dan ganas de farra y todo!”

Pedro Pérez - Residente de La Vaguada

La jornada también estuvo acompañada y ambientada con música a manos de Fefa González, que junto con su acordeón deleitó a los presentes con un amplio repertorio sanferminero. El evento estuvo lleno de cánticos, bailes, sonrisas, ilusión y buen humor.

Una de las bailarinas más destacadas fue Puri Boj Monian que este año ha cumplido 100 años. La edad no le impidió moverse al ritmo del vals o de la jota navarra. “Bailar le encanta, ¡e incluso a su edad!” reía su hija. María Jesús Uriz, residente de La Vaguada, vive con alegría e ilusión todas las visitas que reciben y espera con emoción las fiestas. “Son fechas maravillosas, viene gente a cantar, coros, guitarras, charangas... nos animan mucho y nos sacan una sonrisa”. María Jesús aseguraba que necesitan más que nunca este tipo de pequeñas alegrías.

Pedro Pérez y Carlos Irigaray comentaban entre risas que ha sido el calentamiento perfecto para las fiestas. “¡Me he animado mucho, me han dado ganas de farra y todo!”, exclamó Pedro. Precisamente él fue quien le pidió a la acordeonista que no se marchara cuando se despidió al final de la velada. “No os preocupéis, vuelvo cuando queráis, llamar y aquí estaré”, respondió Fefa, la música.

“Ha sido una tarde muy bonita para todos y todas, repetiremos seguro”

Conchi Hueso - Centro de Día Convive Oskia

Juana Peña y Filipa Jiménez lamentaban no haberse podido animarse a bailar con el resto, pero decían bastarse con escuchar y disfrutar de la música, así como de ver a otros bailar. Para Juana, “tiene mucho mérito venir a pasar la tarde con nosotros y nosotras, además con el día tan bueno que hace”. Decían disfrutar mucho de estas visitas y que además “no se pueden quejar”, ya que reciben muchas y muy variadas. Juan Melero, de 90 años, consideraba estos actos “¡alegría pa’l cuerpo!” y decía encontrarse mucho más animado después de haber escuchado la música sanferminera. Todos los participantes del proyecto han disfrutado por igual de este evento. Conchi Hueso aseguraba que es tan gratificante que te hagan sonreír como provocar la risa de alguien. Y es que ahora las dos partes del proyecto se van con las manos llenas, algunos por dar y otros por recibir.