El catedrático de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Humberto Bustince, una de las referencias mundiales en la materia y que figura como uno de los científicos más citados del mundo, está siendo investigado por su propio centro académico, que ha abierto un expediente de información reservada, para conocer los pagos que recibió de la universidad saudí Rey Abdulaziz y que firmó como profesor de dicho centro a pesar de que no lo ha visitado en la vida.

Así lo admitió en días recientes al diario El País el propio Bustince, después de que ese periódico destapara en una investigación una trama de dos universidades saudíes que pagaban a eminencias científicas a cambio de que estas declararan que trabajaban como lugar de referencia en dichas universidades saudíes, una de ellas la que pagó a Bustince. De esta forma, al faltar a la verdad en sus declaraciones a la empresa Clarivate, que elabora el ránking de Shanghai cada año sobre las mejores instituciones a nivel mundial, los científicos implicados beneficiaban a las universidades saudíes que conseguían elevar su puntuación en dicha clasificación por contar falsamente que reputados catedráticos trabajaban para ellas. En las pesquisas realizadas por El País figuraban una veintena de investigadores españoles y entre ellos se encuentra Bustince, que figuraba en 2018 en la lista de los 7.000 científicos más citados del mundo.

La UPNA no había tenido conocimiento previo de la doble afiliación de Bustince hasta la publicación de la información periodística, según las fuentes consultadas. El catedrático no ha respondido a las llamadas de este medio para conocer su versión. Ahora, la universidad navarra ha abierto un expediente de información reservada para conocer los pormenores de este trabajo y esclarecer si la UPNA ha podido sufrir algún perjuicio por este motivo, por ejemplo, al ser perjudicada a nivel académico en los ránking que se elaboran. Bustince firmó un contrato por el que recibió 72.000 dólares (63.000 euros) de la Rey Abdulaziz para desarrollar un proyecto dentro de un convenio que se gestiona como OTRI, que es como se denomina a la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación. A través de esa fórmula contractual se firman diversos proyectos financiados por empresas, entidades o instituciones interesadas en que investigadores de la UPNA aborden alguna línea de estudio que pueda resultar interesante.

Así fue el caso de Bustince, al que financió la universidad saudí para desarrollar la investigación Theoretical Analysis of information fusion functions. En concreto, de ese importe hubo un 17% (unos 10.760 euros) que fue a parar a la UPNA para lo que se llama costes indirectos (gastos de material y uso de las instalaciones donde trabaja), mientras que el resto fue gestionado por el propio Bustince. En dicha investigación financiada por los saudíes el catedrático navarro, nacido en Ujué en 1958, realizó una quincena de publicaciones desde 2019 hasta ahora en las que figuraba como profesor tanto de la UPNA como de la Rey Abdulaziz. En dos de esos estudios solo aparecía como investigador del centro saudí y dichos documentos son los que se tratan ahora de cotejar para conocer los detalles del encargo. Bustince podrá ser escuchado en la UPNA para dar su versión de los hechos.

"Fue un error", le dijo a 'El País'

Bustince reconoció en El País que declaró falsamente en 2018 que su lugar de trabajo principal era la Rey Abdulaziz, aunque nunca ha visitado Arabia, y que pensó que "era necesario para firmar el contrato" que figurara como profesor del centro, aunque fuera mentira. "Fue un error. No le dí mayor importancia porque entendí que era algo que me exigían y que era interno para Clarivate", manifestó al periódico en una información publicada el 4 de mayo. La UPNA no tenía conocimiento alguno de que Bustince había firmado dichos trabajos como investigador de la universidad saudí y tampoco conocía que había faltado a la verdad para declarar a la base de datos de las universidades que trabajaba en otro lugar. Bustince es funcionario de los cuerpos generales del Estado y no puede desempeñar su labor en otro centro académico, menos situándolo como lugar principal de trabajo.

A la espera de que se culmine dicho expediente reservado, Bustince podría exponerse a algún tipo de sanción disciplinaria por su actuación. De hecho, uno de los científicos españoles implicados en dicha trama, Rafael Luque, químico de la Universidad de Córdoba, ha sido suspendido de empleo y sueldo durante 13 años.

Fue nombrado director científico del NAIR Center

Se da además la circunstancia de que Bustince llegó a ser designado hace casi un año a través de un proceso de selección como director científico a través de un contrato OTRI del Centro de Investigación en Inteligencia Artificial de Navarra (NAIR Center), que se puso en marcha “con el propósito de convertir a la Comunidad Foral en un territorio de referencia en esta materia”, manifestó el consejero Cigudosa. Como su nombramiento no ha sido todavía oficial (para ello es necesario que se reúna el patronato del centro, cuestión que todavía no se ha producido debido a la génesis reciente del centro), la consejería esperará a que la UPNA resuelva dicho expediente para decidir sobre su situación puesto que su contrato era anual.