El último corredor herido en los encierros de los pasados Sanfermines que permanecía ingresado en el Hospital Universitario de Navarra ha sido dado de alta este martes.
Se trata de Gregorio Escobar, vecino de Pozuelo de Alarcón (Comunidad de Madrid), de 54 años. Ingresó el pasado 14 de julio, tras el último encierro de las fiestas, protagonizado por toros de Miura. Fue pisoteado por un manso en la curva de Mercaderes.
El corredor presentaba un traumatismo torácico derecho con múltiples fracturas costales, neumotórax anterior y contusión pulmonar derecha. Ha evolucionado favorablemente hasta que este martes ha recibido el alta.
Gregorio Escobar explicó a este periódico la secuencia de su percance. "Estábamos muy apretados, hubo el típico braceo, me empujaron y al suelo. Me quedé ahí porque no podía ir ni para un lado ni para el otro, con la mala suerte de que el cabestro se cerró tanto en la curva y trajo a los toros en mi línea. Cuando el cabestro me pegó el pisotón, di un bote. Enseguida, la gente de alrededor me cogió y me retiró para un lado, porque venían los cabestros de cola. Estuve un rato fastidiado, porque me mareaba, con sudor frío, pero no perdí la consciencia en ningún momento".
