Aunque infrecuente, el botulismo es una enfermedad grave que puede llegar a ser mortal, de ahí la necesidad de actuar rápido frente a síntomas que empiezan por fatiga, debilidad y vértigo y siguen por visión borrosa, boca seca, disfagia o disartria y otros neurológicos que se desplazan de los hombros hacia abajo.
El botulismo está causado generalmente por la ingesta de alimentos contaminados con toxinas producidas por la bacteria Clostridium botulinum y rara vez por algunas cepas de Clostridium baratii, aunque también puede producirse por heridas abiertas o tratamientos cosméticos.
Los alimentos más frecuentemente asociados con el botulismo son las conservas caseras, sobre todo vegetales como guindillas en aceite, espárragos, judías verdes; pescados, incluido el atún en lata y los fermentados, salados y ahumados; y productos cárnicos.
Los casos de los que este martes ha avisado la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (Aesan) están asociados al consumo de una marca de tortillas de patatas vendidas en varios supermercados, algunos de los cuales, como Ahorramas o Eroski, ya han procedido a retirar.
En estos casos de botulismo transmitido por alimentos, los síntomas suelen aparecer tras un período de incubación habitual de 12-36 horas, aunque a veces puede llegar a ser de varios días. Cuanto más corto es el periodo de incubación, más grave es la enfermedad y mayor la letalidad, según recuerda el Protocolo para la vigilancia de esta enfermedad de la red Nacional de vigilancia Epidemiológica (Renave) del Instituto de Salud Carlos III.
Aunque el paciente puede presentar síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea, los que aparecen inicialmente son una marcada astenia, debilidad y vértigo seguidos de visión borrosa, boca seca, disfagia y disartria.
Mientras, los síntomas neurológicos siempre son descendentes (primero se afectan los hombros, posteriormente los brazos, los antebrazos y así sucesivamente); la parálisis de los músculos respiratorios puede ocasionar la muerte si no se instaura ventilación mecánica.
La necesidad de actuar rápido
Según la OMS, la mortalidad se sitúa entre el 5 % y el 10 % de los casos pero, si se diagnostican y tratan precozmente, la mayoría de pacientes se recuperan, de ahí la necesidad que actuar rápido ante cualquier señal de alarma acudiendo a los servicios médicos de urgencias o llamando al 112, ha emplazado la OCU.
La organización ha pedido que se informe con urgencia de todas las marcas y botes implicados porque se trata de un producto muy consumido, más aún en estas fechas, y "no puede recaer la sospecha sobre todos", además de que es vital que los consumidores puedan identificar mejor cuál es el producto afectado para reaccionar rápidamente.
Y a los consumidores les recuerda la importancia de respetar principios básicos de seguridad e higiene y conservar los alimentos en frío y seguir las indicaciones de consumo; en el caso de las tortillas de patata envasadas, deben mantenerse refrigeradas, nunca a temperatura ambiente, concluye.