Donna Strickland (Guelph, Canadá, 1959), una de las cuatro mujeres de la historia galardonada con el Nobel de Física en 120 años, visita Donostia por primera vez y es una de las figuras del certament Passion for Knowledge, organizado por el Donostia International Physics Center (DIPC) y que pretende ser "un punto de encuentro entre la ciencia y la ciudadanía".

En 1985, cuando firmó el trabajo que 33 años después le llevaría a la cumbre del mundo científico, ya sabía que habían descubierto algo "importante", pero no se le pasó por la cabeza que esa técnica llamada Amplificación del Pulso Gorjeado permitiese años después corregir la miopía de millones de personas en el mundo mediante cirugía láser ocular.

¿Es para usted especial el 2 de octubre o no?

Por supuesto, hoy se cumplen cinco años desde que me concedieron el Nobel de Física, aunque me dice más el primer martes de octubre. Hoy es lunes. El Nobel de Física se resuelve el primer martes de octubre y ese año tocó el día 2. Estoy de efemérides.

¿Se considera usted una persona joven para ser Premio Nobel de Física?

Es cierto que yo sólo tenía 59 años cuando obtuve el Nobel y puede considerarse una edad joven, porque la regla general es que pase mucho tiempo después de realizar el trabajo hasta que te conceden el galardón. Y una de las personas que lo logró conmigo (Arthur Ashkin), desafortunadamente tuvo poco tiempo para disfrutarlo (falleció en septiembre de 2020), porque tenía 96 años cuando lo ganó.

Pasaron 33 años desde que firmó el ensayo que le propició el Nobel, en 1985, hasta el fallo en 2018. ¿Qué reflexión le merece eso?

Es mucho tiempo, sí. En algunos casos de descubrimientos que han tenido un gran impacto mediático, pero en otros muchos el proceso es diferente. Cada año cientos de científicos son preguntados sobre quién debería lograr el Nobel y si un nombre se repite mucho, se va considerando más en serio su candidatura. En nuestro caso, una aplicación grande de nuestro descubrimiento fue la cirugía ocular, y pasaron diez años desde nuestro descubrimiento hasta que llegó; y después pasaron otros 20 hasta que recibimos el Nobel. Hay que tener en cuenta que todo lo relativo al proceso de deliberación y su motivación, no se hace público hasta que pasan 50 años desde el premio, así que las personas que son galardonadas, no lo van a ver nunca.

"Lograr el premio Nobel hace que sientas la responsabilidad de divulgar la ciencia"

¿Era consciente del valor que tenía cuando firmó aquel ensayo en 1985?

Sabíamos que era importante; al menos yo, creía que a partir de ahí sería sencillo hacer grandes láser, algo que entonces estaba al alcance de muy pocos en el mundo. Y al mismo tiempo que estábamos haciendo este estudio, los laboratorios Peter Moulton MIT Lincoln inventaron el láser de zafiro de titanio; y la combinación de ambos descubrimientos nos permitió que tuviese tanto impacto; pudimos hacer los pulsos de láser 50 veces más cortos y más intensos de los que se habían logrado hasta el momento. Y necesitábamos 50 veces menos energía. Esa fue la clave. Se podía utilizar para reducir mucho la energía requerida para utilizar láseres muy fuertes, y eso permitió introducir esta herramienta en cualquier laboratorio. De todos modos, hasta el cuarto año de doctorado, todo lo que había hecho antes, no había funcionado mucho, pero logré resistir y ya en el cuarto año dio sus frutos; y el mejor indicativo de lo importante que fue nuestro descubrimiento, era que aún siendo estudiante de doctorando me invitaban a dar charlas.

¿Qué componente de azar, de suerte, tiene un descubrimiento de semejante magnitud?

Pues el hecho de poder aplicar esta técnica a la cirugía ocular fue algo de suerte, porque no la habíamos pensado para eso; a un estudiante le dio accidentalmente el láser en los ojos, y sufrió un daño, pero normalmente el tipo de daño que provocaba un láser era diferente y esto llamó la atención del oftalmólogo. Y le preguntó qué tipo de láser le había dado. Y a partir de ahí comenzaron a verle la aplicación que no se le veía antes. Al final, esta técnica permite cortar un pedazo de córnea sin causar daños.

Viendo que las aplicaciones de los descubrimientos pueden llegar a ser impensables en el futuro, se me ocurre preguntarle si le da la risa cuando ve una lucha con espadas láser en la Guerra de las Galaxias. ¿Le gusta la ciencia ficción? ¿Qué opina de esto?

Sí me da la risa, porque el haz de láser es tan intenso, que el hecho de que salga en todas direcciones, no tiene ningún sentido. No me gusta mucho la ciencia ficción. La luz del láser hay que enfocarla a un punto.

¿Hay que ser una persona obsesiva para conseguir un Nobel? ¿Dónde está la frontera entre la perseverancia y la obsesión?

Más que obsesión, yo diría perseverancia. Creo que necesitas ser persistente a lo largo de tu vida y tener mucha paciencia. De hecho, en los tres primeros años de mi doctorado, sólo me salían bien las cosas el 5% de las veces y tuve que lidiar mucha frustración y mucha paciencia. Así que la palabra es perseverancia.

Cuando se hace cumbre con el Nobel, ¿hasta qué punto se pierde la curiosidad por la investigación? ¿Siente uno que ya lo ha hecho todo?

La curiosidad no se pierde nunca, el problema es que cuando estás a este nivel, sientes que hay un rol de responsabilidad de divulgar la ciencia. Normalmente los científicos no damos tantas entrevistas, y en mi caso, ya no sé ni cuántas he dado en el último mes, por ejemplo. Y al final del día, acabas tan cansada que no puedes pensar claramente.

"Lo que más me preocupa actualmente es el declive de la democracia"

Acaba de recibir usted la medalla de Oro del CSIC. ¿Qué supone para usted?

Creo que es una oportunidad, más que para mí, para esta área científica. Es un lujo poder llamar la atención del presidente de España y que me reciba durante 30 minutos; eso es impresionante para mí y poder debatir con la ministra de Ciencia y Tecnología sobre el impacto que pueden tener la ciencia y la tecnología en la sociedad, en la salud; el presidente español parece que valora la ciencia y los científicos.

¿Cree que el covid ha alejado a la sociedad de la ciencia o al revés?

Cuando he hablado con Pedro Sánchez, la sensación que me transmite es que en España la gente ha empezado a atender más a la ciencia. En EEUU menos, pero la pandemia de covid ha sido positiva en ese sentido, porque la gente no piensa en la ciencia habitualmente y con el covid, la ciencia ha entrado en las discusiones, y todos los políticos han empezado a atender a los científicos. Incluso (Donald) Trump estaba orgulloso de la vacuna que desarrollo en EEUU. Del mismo modo que la carrera espacial de los años 60 sirvió para llamar la atención sobre los avances de la ciencia y la ingeniería. Es positivo.

¿Qué me dice de la escasez de mujeres en las denominadas carreras STEM o tecnológicas? ¿Siente que puede ser un ejemplo o motivación para ellas?

El mayor problema es que la gente en general piensa que las STEM no son tan importantes. En Norteamérica si eres mejor en la parte humanística, vas para abogado; y si estás más en la parte de ciencia, para médico. Ahora, en EEUU hay más mujeres en medicina, luego hay mujeres que van también a lo que es prestigioso. En general, cuando algo empieza a ser prestigioso e importante, la gente empieza a encaminarse a eso. Luego, también creo que las mujeres tenemos una manera diferente de ver el éxito. Un colega me preguntaba que por qué hacemos ciencia, si no está bien pagada .Y en el caso de los hombres, a veces la motivación puede ser el decir: ¡mira lo que he descubierto. Y las mujeres quizás tienen menos esa necesidad de reconocimiento. Una cosa que tienen que entrenar mucho los y las estudiantes es el sentirse orgulloso de lo que hacen.

¿Le preocupan los avances tecnológicos que estamos viviendo y en concreto, la Inteligencia Artificial?

A mí no me da miedo, ni me preocupan los avances tecnológicos. Las cosas tienen que cambiar. También en los años 80 se pensaba que los robots iban a sustituir completamente a los humanos. De lo que hay que preocuparse es de adaptarse bien a los cambios tecnológicos y de trabajar la parte ética.

¿Qué le inquieta al margen de la ciencia?

Lo que más me preocupa es el declive de la democracia. Yo crecí bastante después de la II Guerra Mundial, me siento muy afortunada de haber vivido en una época sin riesgo y en un país como Canadá, pero ahora las cosas están cambiando y las nuevas generaciones van a vivir momentos difíciles. En 2015 fue el año internacional de la luz y me parece un desafío el tema de la pobreza energética, porque hay muchos lugares del mundo donde viven sin energía eléctrica, y hay una incidencia alta de muerte por accidente por lámpara de queroseno. Y hemos descubierto cómo una vieja botella de plástico transparente, con un poco de agua y lejía, puede iluminar durante el día a un hogar; Y mi reflexión inicial a propósito del Año Internacional de la Luz ha sido que hace mil años fue la Edad de Oro del Islam, mientras occidente estaba en la oscuridad. Y a lo mejor, lo que pasa, es que uno llega a un punto de ilustración y luego comienza a retroceder, como un péndulo. ¿Y si somos nosotros los que estamos volviendo ahora atrás?