El Departamento de Salud del Gobierno de Navarra, en colaboración con la Universidad Pública de Navarra, ha organizado en Pamplona la primera Jornada Estatal de Observatorios de Muerte Digna con la participación de 200 profesionales expertos en la materia. En ella, el director general de Salud, Antonio López ha instado a trabajar por "reducir el sufrimiento al final de la vida" ya que, tal y como ha apuntado, en Navarra dos de cada tres personas (67%) desea morir en su domicilio, pero tan solo el 26% termina falleciendo en su casa.

Las sesiones, que han tenido lugar en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Salud del Recinto Hospital Universitario de Navarra, han reunido a representantes de los tres observatorios existentes en España: el de Asturias, Cataluña y el de Navarra.

Durante la jornada, enmarcada dentro de la Estrategia de Humanización del Sistema Sanitario Púbico de Navarra, se han abordado los aspectos relevantes del final de la vida desde la perspectiva asistencial y jurídica, como buenas prácticas llevadas a cabo o la actualidad del contexto normativo en torno a la buena muerte con el objetivo de progresar en una atención sanitaria más cercana y de calidad en la etapa del final de la vida. 

Vista general de la apertura institucional de la jornada

La apertura del evento, dirigido a profesionales de la salud, ha corrido a cargo de Antonio López Andrés, Director General de Salud del Gobierno de Navarra y Begoña Pérez de Eransus, Vicerrectora de Proyección Universitaria, Cultura y Divulgación de la UPNA.

Según López, “la situación actual entorno al final de la vida, en el que las enfermedades crónicas han alcanzado un total protagonismo, nos conducen más que nunca a trabajar en nuevos escenarios en los que aliviar el sufrimiento en el proceso de morir sea una prioridad, y en los que la intervención sanitaria quede supeditada al respeto a la libertad, las creencias personales y espirituales y la autonomía de las personas, facilitando lo que se ha denominado “muerte digna”

La presidenta del Observatorio de Muerte Digna de Navarra, Geno Ochando Ortiz, ha moderado la mesa redonda “A propósito de la Buena Muerte”, en la que han participado Francesc José María, jurista experto en bioética y miembro de la Comisión de Garantía y Evaluación de la eutanasia de Cataluña, y Mabel Marijuan, profesora de Bioética de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad del País Vasco.

El director general de Salud y la vicerrectora de la UPNA

Durante la segunda mesa, moderada por Javier Blázquez Ruiz, catedrático de Filosofía del Derecho de la UPNA, y miembro del Observatorio, han intervenido representantes de los tres Observatorios de Muerte Digna. Por parte del observatorio navarro, Elena Antoñanzas, secretaria. Por parte del catalán, Vicky Serra-Sutton y Marta Pisano y Mª Jesús Rodríguez del observatorio de Asturias. Txema Uribe, profesor titular de Antropología Social de la UPNA y también miembro del Observatorio de Muerte Digna de Navarra ha cerrado la jornada a la que han asistido, tanto presencialmente como por streaming, unas 200 personas desde distintos puntos de la geografía española.

Según Geno Ochando, directora del Servicio de Ciudadanía Sanitaria, Aseguramiento y Garantías del Departamento de Salud, “las jornadas han despertado un gran interés entre la comunidad de trabajadores y trabajadoras del ámbito sanitario, con diferentes perfiles como profesionales de enfermería, medicina, psicología, trabajo social y juristas entre otros, así como estudiantes y miembros de asociaciones vinculadas al desarrollo de programas de salud. Esto muestra la diversidad de agentes implicados en este proceso multidisciplinar y el reflejo de la creciente concienciación que va calando en la sociedad sobre el derecho a tener una muerte digna”.

Representantes de los tres observatorios de muerte digna, reunidos ayer en un encuentro previo a la jornada

Previamente a la jornada, las personas responsables de los tres observatorios se han reunido para analizar el presente y futuro de los observatorios de muerte digna, las líneas de trabajo y buenas prácticas así como el contexto normativo en torno a la buena muerte.

Navarra, pionera en muerte digna

El Departamento de Salud del Gobierno de Navarra puso en marcha en el año 2018 el Observatorio de Muerte Digna (OMD) con la finalidad de conocer los cambios sociales que se van produciendo en la atención al final de la vida en Navarra y medir los avances en el ámbito de los derechos y garantías de las personas en el proceso de la muerte, específicamente recogidos en una Ley Foral 8/2011, de 24 de marzo, de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de la muerte. Esta ley recoge las garantías de la atención al final de la vida, contemplando los derechos que asisten a las personas en el proceso de muerte, los deberes del personal sanitario que atiende a estas personas y las obligaciones de los centros e instituciones sanitarias y sociosanitarias en las que en la mayor parte de las ocasiones se produce la muerte.

Navarra es una de las primeras comunidades que contaron con una Ley de muerte digna, reflejo de la importancia que siempre se le ha dado a la atención en esta etapa de la vida y a la gestión de la muerte como derecho ciudadano. En la actualidad, diez comunidades autónomas cuentan con leyes de muerte digna.

Más de 17.000 testamentos vitales 

Pero para garantizar esa muerte digna es necesario que sean los pacientes quienes determinen y decidan cómo quieren que sean sus últimos días y para ello está el Documento de Voluntades Anticipadas (DVA), también conocido como testamento vital. Se trata de una herramienta en la que el ciudadano deja por escrito las indicaciones de cómo quiere ser tratado al final de la vida para que, en caso de no poder expresarlo en un determinado momento, se cumpla su voluntad.

En esto Navarra también es pionera, siendo la comunidad con una mayor tasa de testamentos vitales realizados. Según informó ayer el director general de Salud, hasta la fecha se han registrado 17.532 documentos, lo que supone una tasa de 26,57 por 1.000 habitantes, muy por encima del 8,8 de la media estatal. “Aún así, siguen siendo una minoría quienes lo han realizado y con una distribución muy variable en cuanto a edad, sexo o tipo de población”, incidió López.

Pero en ello se está trabajando y el conocimiento de la posibilidad de hacer un documento de voluntades anticipadas es ahora 5,6 puntos más alto que en 2020: el 63,5% de la población Navarra lo conocía en 2020 y ahora el porcentaje es del 57,9%. Cabe destacar que en el último año se han realizado en la Comunidad Foral más de 3.000 testamentos vitales, teniendo en cuenta que en septiembre de 2022 se habían registrado un total de 14.096.

Las cifras

81%. Deseo de tomar decisiones. Según la última encuesta del Observatorio de la Muerte Digna de Navarra, la mayor parte de la población (81%) desea tomar decisiones personalmente sobre el momento final de su vida.

53,8%. Fallecidos en hospitales. La mayor parte de fallecimientos en Navarra se sigue produciendo en un centro hospitalario (53,8%), con mayoría de hombres, 57,2%, frente al 50,2% de mujeres.

8,6. Nota de los cuidados paliativos. Los cuidados paliativos tienen una valoración muy elevada (8.6/10) por las personas que los han conocido, siendo conocidos por el 74% de la población.

17.532 testamentos vitales. Navarra es la comunidad con el número más elevado de documentos de voluntades anticipadas, con 17.532, lo que supone una tasa de 26,57 por 1.000 habitantes, muy por encima del 8,8 de la media estatal.

40%. Desconocimiento de la voluntad del paciente. Más del 40% de la población navarra manifiesta que sus familiares, allegados o equipo sanitario no conocen sus voluntades frente al deseo de acompañamiento o a la atención que se quiere al final de la vida y que esta no se ha sido comunicado previamente.