¿Dónde está Erica?”. Es el gran dilema que los alumnos de Formación Profesional del Centro Integrado María Ana Sanz de Pamplona tenían que resolver este martes antes de que el tiempo se acabara y la voz de la nave espacial les anunciara que se habían quedado sin oxígeno. Por suerte para ellos, este solo fue el final del “escape room” financiero “Finexit” en el que participaron y que entre el 16 de octubre y el 15 de diciembre va a recorrer en autobús un total de 41 localidades por toda la península. Esta es una iniciativa de la Cámara de Comercio de España junto a la Fundación MAPFRE, que también hizo parada el miércoles en el Centro Integrado Politécnico ETI de Tudela.

Un grupo de alumnos posa frente al autobús del escape room Finexit.

Según datos del Banco de España, solo una de cada ocho personas de entre 18 y 34 años responde correctamente a las preguntas estándar sobre conocimientos financieros, con conceptos básicos como la inflación, el tipo de interés o la diversificación del riesgo. El objetivo de este “escape room” es abordar la brecha en educación financiera y reforzar las capacidades del alumnado de FP, para lo que se puso a prueba sus habilidades y conocimientos financieros y aseguradores para resolver las pruebas. Celia Poza, responsable de Formación y Empleo de la Cámara de Comercio de Navarra, aseguró que “es fundamental que los jóvenes que están formándose adquieran competencias vinculadas a la cultura financiera y al emprendimiento, especialmente en el campo de la FP, generador histórico de proyectos empresariales y de empresas”.

Los alumnos resuelven en grupos las pruebas en el interior del autobús.

Para captar la atención de los jóvenes en torno al ámbito financiero se ha optado por esta nueva técnica de aprendizaje de acción basada en el juego, que les permite aprender sobre conceptos como el IBAN, los tipos de cambio, los seguros que existen o los DAFO. Además, esta experiencia aporta a los alumnos otras capacidades como el trabajo en equipo, la resolución de problemas o la adaptación al cambio.

Para conseguirlo, los alumnos siguieron la historia de Erica Midas, una mujer visionaria y pionera en multitud de campos tecnológicos que lleva un año aislada en Marte, protagonizando la primera misión colonial privada. Pero ahora deben responder a la pregunta: “¿Dónde está Erica?”. Y no fue nada fácil.

A pesar de las ayudas extra que Domingo Sánchez, game master de la experiencia, les dio a los alumnos, estos no fueron capaces de resolver a tiempo el misterio del paradero de Erica. “Está siendo complicado, y lo vamos sacando milagrosamente”, afirmó entre risas un miembro del equipo azul que, al enterarse de que eran el grupo más avanzado, aseguró con humor que “entonces vamos mal”. Un equipo azul que tuvo que ver cómo sus compañeros del rojo y el verde les adelantaron para luego volver a ayudarles y así intentar resolver juntos la prueba final que les diría dónde está Erica.

A pesar de las dificultades de las propias pruebas, Sánchez aseguró sorprendido que otro de los obstáculos para los alumnos fue la costumbre de acudir directamente a las pantallas sin prestar mucha atención a los objetos físicos que tenían delante suya, como periódicos o cintas de cassette. De esta forma, los gritos de satisfacción al resolver una prueba se mezclaban en el espacio del autobús con la frustración de otros compañeros al no poder descifrarla, pero siempre con los ánimos de fondo de Sánchez y la profesora que les acompañó.

Andrea, otra alumna, reconoció que “está siendo difícil pero poco a poco lo vamos sacamos en equipo. Es divertido, pero está complicado”. Asimismo, destacó su utilidad al afirmar que “con estas actividades a uno se le quedan mejor las cosas en la cabeza”, aunque más de un compañero no ocultó las pocas esperanzas que tenían en conocer el paradero de Erica, un misterio que no resolvieron y que, a pesar de las súplicas a Sánchez, el monitor no reveló, pero sí dio la enhorabuena al grupo “porque no todo el mundo llega tan lejos”.