La investigación abierta tras el hallazgo el viernes en el río Arga a su paso por Barañáin del cadáver de Gabriela Reyes, una joven desaparecida en Pamplona a la que se buscaba desde hace dos meses, apunta a que su muerte no está relacionada con ningún hecho delictivo.

Todo parece indicar que la mujer, de 35 años, murió ahogada y sin intervención de otras personas, han señalado a EFE fuentes cercanas al caso, aunque la investigación sigue abierta.

Gabriela Reyes, vecina de Pamplona de origen dominicano, desapareció el pasado 7 de diciembre tras salir de un bar del barrio de San Jorge de la capital navarra.

Desde entonces la Policía Nacional ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo con el visionado de cámaras y la reconstrucción de los pasos que pudo dar la joven aquella noche.

En estos meses se han realizado sin éxito rastreos en el río Arga y los allegados de Reyes han realizado varias concentraciones en apoyo de la joven, cuyo cadáver finalmente fue hallado este viernes en el río a su paso por la localidad de Barañáin, a tres kilómetros de donde se le vio por última vez con vida.

Tras el hallazgo la Policía Nacional confirmó que el caso sigue bajo secreto de sumario y que, a la espera de realizarse las pruebas necesarias para confirmar su identidad, "desgraciadamente todo parece indicar que se trataría de la mujer desaparecida desde el día 7 de diciembre en el barrio de San Jorge".

El cuerpo fue encontrado semisumergido en un remolino en el río Arga por un viandante en una zona habitual de paseo, con un parque infantil y mesas para comer en las inmediaciones, cercano a las viviendas de Barañáin y a la fábrica de Volkswagen.

Tras el hallazgo del cadáver se ha convocado para este domingo una concentración en el barrio de San Jorge de Pamplona. La familia está a la espera de la confirmación oficial, que parece tendrá lugar este lunes.