La Sección Primera de la Audiencia ha confimado una condena de 15 meses de prisión contra un varón de 32 años que quebrantó una orden de alejamiento respecto a su pareja y protagonizó además un delito de resistencia y desobediencia grave contra los policías que acudieron a arrestarle. La mujer, que disfrutaba cuando sucedieron los hechos de un permiso penitenciario, ha sido igualmente condenada a 4 meses de cárcel por un delito de atentado al propinarle una bofetada a un agente que la estaba custodiando.A ella se le revocó el permiso tras los hechos.
Los hechos sucedieron en la mañana del 14 de marzo de este año cuando agentes de la Policía Foral tuvieron conocimiento de la posible comisión de un delito de quebrantamiento por parte del hombre , que había sido condenado por una agresión previa. Este dejó entrar en su domicilio a la mujer pese a que existía una orden de alejamiento y los agentes intervinieron debido a los gritos en el domicilio. La sentencia recoge que la mujer abandonó el domicilio por la ventana para no perjudicar al encausado. Los policías decidieron hacerse pasar en primer lugar por operarios del gas, debido a la tensión del encausado, para que ambos pudieran salir del domicilio y asegurar a la víctima y detener al acusado.
Sin embargo, dicha estrategia no funcionó y se tuvieron que identificar como policías y les instaron a abrir la puerta. Ellos hicieron caso omiso y el hombre dijo que “los iba a matar a todos” y que no le importaría pasar 22 años dentro, que iba a merecer la pena y otras expresiones similares. Poco después, vieron a la mujer salir de la casa por una ventana, por lo que otros agentes del dispositivo se hicieron cargo de ella. Al rato, el hombre abrió la puerta, portando en su mano dos cuchillos de filo corto que arrojó al interior del piso al ser requerido por los agentes. Luego, desobedeció a los policías y trató de impedir que le engrilletaran. Una vez en el suelo, forcejeó con brazos y piernas hasta el punto de que entre seis agentes no conseguían reducirle.