La autopsia realizada al cuerpo de Rosa Gabriela Reyes Chávez, de 35 años, indica que el estado de descomposición que presentaba es compatible con que hubiera permanecido en el río Arga desde el día de su desaparición, el pasado 7 de diciembre. Esta circunstancia descartaría que la mujer hubiera estado con vida más allá de esa fecha y que su cuerpo hubiese sido introducido con posterioridad en el agua. 

Además, las pruebas dactiloscópicas practicadas al cadáver hallado el pasado viernes, 16 de diciembre, en el río Arga a su paso por Barañáin han confirmado que el cuerpo corresponde al de la vecina del barrio pamplonés de San Jorge, de origen dominicano y madre de dos hijos de 16 y 18 años. Los tatuajes que presenta el cuerpo también son coincidentes con los de la mujer desaparecida, que también ha sido sometido a la extracción de muestras de ADN que serán cotejadas en los próximos días.

Fuentes cercanas al caso recuerda que el cadáver no presenta indicios de que la muerte de Reyes pueda estar relacionada con ningún hecho delictivo, aunque la investigación sigue abierta bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona. La autopsia efectuada en el Instituto Navarro de Medicina Legal sí ha revelado traumatismos en la cabeza y en la espalda que serían compatibles con el propio trayecto del cuerpo por el río Arga y los impactos con ramas y otros elementos presentes en el agua. 

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Concentración por Gabriela Reyes Oskar Montero

Desde el momento de la desaparición, la Policía Nacional ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo con el visionado de cámaras y la reconstrucción de los pasos que pudo dar la joven aquella noche. En estos meses, los bomberos han realizado sin éxito rastreos en el río Arga y los allegados de Reyes han llevado varias concentraciones en apoyo de la mujer, cuyo cadáver finalmente fue hallado el pasado viernes en el río a su paso por Barañáin, a tres kilómetros de donde se le vio por última vez con vida.

El cuerpo fue encontrado semisumergido en un remolino en el río Arga por un viandante en una zona habitual de paseo, con un parque infantil y mesas para comer en las inmediaciones, cercano a las viviendas de Barañáin y a la fábrica de Volkswagen Navarra.