A pesar de las labores de búsqueda realizadas en los últimos dos meses en el río Arga de los bomberos para localizar el cuerpo de Rosa Gabriela Reyes Chávez, el cadáver de la mujer no fue hallado hasta la jornada de este viernes, una vez que subió a la superficie.
Las lluvias caídas durante la noche del jueves provocaron una crecida del río, que junto a los gases generados por la propia descomposición del cuerpo, pudieron hacer que aflorase.
A dos aguas
La posible explicación a que el cadáver no fuese localizado durante los rastreos del Grupo de Rescate Acuático (GRA) es que se encontrase “a dos aguas”, es decir, suspendido entre la superficie y el el fondo del río, que recorren los bomberos durante la búsqueda al tacto y sin visión.
El cuerpo, en avanzado estado de descomposición, fue localizado unos 3 kilómetros aguas abajo del lugar en el que fueron encontrados el bolso y el teléfono móvil de Gabriela Reyes el 11 de diciembre, a la altura del parque de la Biurdana.
Estaba vestido con la ropa que llevaba la mujer el día de su desaparición (pantalones vaqueros, camiseta y zapatillas deportivas, pero sin el abrigo), y también llevaba puesto un reloj de muñeca coincidente con el de la vecina del barrio de San Jorge.
