Varios policías forales que se encontraban en la comisaría de Tafalla en el momento en el que César Gascón Zuazu acudió a confesar que había matado a su hermano Marcos Miguel destacaron este martes la calma con la que el autor del crimen relató lo ocurrido. “Me contó abiertamente y muy relajado que acababa de matar a su hermano. Que había habido una discusión fuerte, había cogido un cuchillo y lo había matado”, declaró un subinspector del Cuerpo autonómico.

Este testigo explicó que el acusado “ofreció un relato detallado. Se le vio que había descansado de una mala relación que nos manifestó que venía muy de atrás. Nos dijo que su hermano le agredía, le amenazaba y que él se veía indefenso, que discutían continuamente”. Sobre lo que había ocurrido antes del crimen, “dijo que su hermano estaba en el baño utilizando sus enseres y que él fue a la cocina, cogió un cuchillo y se lo clavó”.

A este testigo, el procesado le aseguró que había intentado “ahorcarse y que la rama se rompió”, por lo que fue a la comisaría, no antes de comprarse una lata de refresco. “También dijo que pensó en matar a un policía foral, pero que otro le podría haber disparado. También comentó que antes de haber ido a la comisaría tenía que haberse cargado a algún quinqui”.

Otro de los agentes, el primero que le atendió cuando acudió a la comisaría a entregarse, y entró diciendo “he matado a mi hermano, he matado a mi hermano”. Tras preguntarle si había que ir a socorrerle, respondió que “no vayáis que está muerto. Y contó todo lo que había hecho, que le había acuchillado y se había asegurado de que estaba muerto dándole varias cuchilladas. Le comunicamos que quedaba detenido y le bajamos a los calabozos”.

Otros de los policías forales manifestó que el acusado estaba “calmado” y que comentó a los agentes que “mi hermano me ha dicho que estaba hasta las narices, que me iba a matar, y para eso lo mato yo”.