Técnicos del Ayuntamiento de Pamplona han examinado de nuevo los árboles talados en la cuesta de Beloso y confirman, como se comprueba en las fotografías, que en su mayor parte se encontraban en mal estado, huecos en unos casos o podridos, lo que ratifica el informe que ya elaboraron en febrero. Según se ha informado a este periódico, el domingo por la mañana los árboles talados de Beloso fueron trasladados en camión a la vieja serrería de Burlada, en el camino de la Magdalena, y ahí permanecen apilados. Las ramas serán trituradas para serrín, mientras que los troncos se prevé que se lleven a la papelera de Sangüesa, de cara a que se utilicen como biocombustible, es decir, como leña.
Fuentes municipales reiteraron ayer que la actuación se basa en el informe del Servicio de Jardines municipal, que analizó uno a uno los 119 ejemplares de la cuesta. Hubo tres inspectores que efectuaron unas inspecciones visuales, unas VTA, como se denominan, mientras que un técnico municipal recabó toda la información para redactar un informe de valoración.
A preguntas de este periódico, desde el área de Conservación Urbana se informó de que “todo este arbolado presentaba un estado de mantenimiento y de conservación muy deficitario”, por distintas cuestiones: “Por un lado, por la especie, porque eran ulmus pumilla, los olmos que sustituyeron a los olmos autóctonos después de la grafiosis y, pasados 30 o 40 años, se ha demostrado que esa especie no es adecuada por la peligrosidad que representan”.
Hay que añadir que “en esa alineación de árboles, había mucho problema porque no existía volumen de suelo disponible y los ejemplares estaban mal desarrollados, con formaciones no adecuadas, etc.” Luego, además, con el tráfico tan intenso de Beloso, se habían sometido a podas muy exageradas, de tal manera que sus estructuras estaban “muy debilitadas”. Los técnicos confirman así que, una vez realizada la tala, se constata su estado deficiente.
