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10.115 atenciones a inmigrantes en dos años para obtener papeles, trabajo y techo

la asesoría gratuita etorkin dice que la falta de contratos obliga a pedir renta básicaLos irregulares se enfrentan a mayores dificultades ahora para conseguir permisos por la vía del arraigo social

10.115 atenciones a inmigrantes en dos años para obtener papeles, trabajo y techoIban Aguinaga

pamplona. El trabajo de Etorkin llega allí donde otras entidades o instituciones no pueden. Cerca de los más invisibles, los de allí, los marginales, los sin papeles, los que se esconden de la Policía, los que duermen bajo el puente... "Se están acabando las prestaciones por desempleo y hasta que tienen derecho a cobrar la renta básica hay un periodo de vacío de al menos seis meses en el que tienen que sobrevivir en la más absoluta precariedad...", advierte el letrado Rafael Paredes. La falta de medios y de personal de esta oficina no ha impedido que más de 2.500 personas hayan desfilando por el número 83 de la calle Jarauta para pedir ayuda. Un balance para dos años de funcionamiento que los responsables de la asesoría Etorkin, vinculada a la Fundación Gizakia Herritar (comedor París 365), tildan de "sumamente positivo" y en el que contabilizan un total de 10.115 consultas jurídicas, procedentes de 72 países de los cinco continentes (16 de Europa, 8 de Asia, 25 de África, 22 de América y 1 de Oceanía). Más de las dos terceras partes son de origen latinoamericano o africano, fundamentalmente de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Marruecos, Senegal, Gambia, Nigeria y Argelia.

Paredes atiende la oficina de 9 a 14 horas. De hecho es la única persona profesional contratada (800 euros cobra incluyendo todos los gastos de colegiación, etcétera) en un servicio donde la mayoría de los trabajadores son voluntarios. Lo que diferencia realmente a esta oficina de otros recursos de atención al inmigrante tiene que ver con que los usuarios ocupan "el último escalón social, mucha gente sin papeles, sin trabajo, sin techo, al que nadie va a atender...". La pregunta es: ¿Cómo logran pervivir durante tanto tiempo, entre el cobro de una y otra prestación, o si acaban de llegar al país teniendo en cuenta que para solicitar la renta básica es necesario llevar un año empadronado? "Porque son muy solidarios entre ellos. Ningún inmigrante de Senegal, Ghana o Mali duerme en la calle, los latinos tampoco, pero tienen más redes sociales, familia lo que amortigua mucho", responde Paredes.

El trabajo de la oficina, totalmente gratuito, es ingente ya que, si bien el flujo migratorio externo se ha frenado por la crisis, crece la migración interna entre comunidades. "Hay muchos inmigrantes que vienen por el efecto llamada desde comunidades donde están en peor situación, y porque tienen aquí a familiares y amigos; vienen a probar... también supone un reclamo el hecho de que la renta básica alcance el 100% del SMI", reconoce Rafael. Una renta que se renueva cada seis meses hasta dos años, y cuyo control está siendo más exhaustivo con revisión de pasaporte y cartilla bancaria, indican.

Ser legal no es fácil. En este momento, el "grifo del arraigo es más difícil a que te toque la lotería". La Delegación del Gobierno, dependiente del Ministerio de Interior, está denegando permisos de residencia a personas que llevan tres años ,"en un porcentaje altísimo". Es difícil regularizar la situación legal por la vía del "arraigo social" que da derecho a una primera tarjeta de residencia y trabajo. "Antes bastaba con una oferta de trabajo, pero ahora a quien contrata se le exigen tantos trámites que muchos desisten. Las mayor oferta de empleo son para las empleadas del hogar, pero tiene que demostrar quien las emplea unos ingresos elevados, darse de alta en la Seguridad Social como empleador, IVA y justificar la contratación", explican. "Tantas exigencias que es casi imposible", señala. "Y todos los que no tienen esa posibilidad de trabajar acuden a la renta básica. Son subsaharianos, bolivianos o gente que ha perdido el permiso de trabajo, a veces por situaciones de malos tratos".

El Ministerio recela de contratos de trabajo falsos pero "no debería haber una presunción de culpabilidad porque la gente está "deseando trabajar", señalan. "Es increíble que queriendo trabajar no se les deje", asume Félix Esparza, coordinador del proyecto y psicólogo. La filosofía del sistema es: vamos a mantener a los que están, echar a los que podamos y no va a venir ninguno más que podamos impedírselo", admiten.

Existen también otras vías de regularización. Gracias a una sentencia que equipara pareja de hecho con matrimonios se abre la posibilidad de arraigo para ciudadanos comunitarios, y de hecho "hay muchos ecuatorianos y dominicanos, bolivianos nacionalizados, pero la Policía también lo está controlando".

Etorkin colabora también con Psicólogos sin Fronteras que, a su vez, deriva casos al sistema sanitario y de Salud Mental. La mayoría de los casos que atiende esta ONG son de violencia de género. También se encuentran situaciones de depresiones, abusos sexuales, problemas de vínculos con los hijos, etcétera, expone Esparza. Las sensibilidades dentro de la asesoría son muchas. Mila Salvador es una de las voluntarias que trabaja en el servicio de acogida con la experiencia que le avalan sus 40 años como misionera de Cristo Jesús en Ruanda. Para ella, el idioma africano no es una barrera y la difícil lucha de sobrevivir en la pobreza no es novedad; la conoce, la entiende, la denuncia con firmeza...

persecución Para los legales las dificultades son similares a las del resto de la población de Navarra (vivienda, familia, desempleo, violencia de género, etcétera), no para aquellos que no tienen regularizada su situación, salvo los casos de violencia de género. Los irregulares lo tienen crudo: "No tienen derecho a trabajar, al carecer del documento que lo autoriza, no tienen derecho a reagrupar a su familia (padre, madre, pareja, hijos e hijas), son perseguidos por la Policía (especialmente susceptibles a la caza en locutorios, estaciones de autobuses o Renfe y en aquellos lugares donde se reúnen en los pocos momentos de ocio que tienen), se les maltrata en numerosas ocasiones tanto física como psicológicamente", destacan. Estas personas son las que más servicios demandan, principalmente de Bolivia y subsaharianos (Camerún, Senegal, Ghana, Nigeria, Mali).

La inserción social comienza con el empadronamiento y la atención sanitaria, ambos vinculados, y el primero necesario para demostrar su situación por "arraigo social". Además de prestar un asesoramiento personalizado, colaboran con otras asociaciones y plataformas de inmigrantes. En su trabajo administrativo se enfrenta a la "burocracia" en materia de Extranjería, a la que añaden la "aleatoriedad" de la Administración. No tiene la misma solución ni los mismos requisitos lograr un arraigo social o una reagrupación familiar en Navarra que en Gipuzkoa o Bizkaia. Desde Etorkin se tramitan además recursos administrativos y se facilita en fases judiciales el derecho a una justicia gratuita.

reagrupación familiar El nuevo Reglamento de Extranjería endurece las vías de reagrupación familiar, lo que, a su vez, está truncando muchas esperanzas de futuro. Hasta ahora era necesario tener la segunda tarjeta o haberla solicitado más unos ingresos suficientes, una vivienda, etcétera, a la hora de poder traer así a hijos, padre, esposo... Ahora, además, hay que demostrar unos ingresos suficientes que están tasados, durante los seis últimos meses y en el año posterior. Y no vale cobrar la renta básica, sí prestaciones contributivas. "Si estás trabajando con contrato de seis meses te deniegan la reagrupación familiar, mientras que tienes dos años de paro garantizado y te autorizan. Es de locos", abunda Rafael. Otro peligro es que la vía de arraigo social puede suprimirse para todos por el Consejo de Ministros por una decisión de Gobierno. "No se quieren ir, y se van por diferentes factores, porque su proyecto migratorio lo han cubierto. Otro porcentaje importante de mujeres, porque el alejamiento de la familia y tener los hijos allí les duele. Los ecuatorianos se van cuando la situación es insostenible, cuando es imposible pagar la vivienda..", explican.

Los que de verdad no se mueven son los subsaharianos. "Están felices con bien poco", indican. Han soportado la mayor parte de la crisis y sobreviven con la renta básica y el apoyo de amigos. Se dedican a la venta ambulante, muchos sin papeles. Hay un locutorio aquí cerca, de un senegalés Basiru, que no ha dejado a nadie en la calle. "Por su casa han pasado todos los que venían sin techo". Pobres, pero todos hermanos.