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La mayoría parlamentaria de UPN y PSN avanza la legislatura sin fisuras

los socios de Gobierno cumplen con su pacto y evitan tramitar iniciativas de la oposiciónEl rodillo deja sin margen de acción al resto de grupos y limita la acción de la Cámara a la polémica declarativa

La mayoría parlamentaria de UPN y PSN avanza la legislatura sin fisurasPatxi Cascante

Pamplona. La mayoría absoluta de la que UPN y PSN disfrutan en el Parlamento foral avanza sin fisuras. Pese a los problemas de coordinación y cohesión interna que ambos partidos mantienen en el Gobierno prácticamente desde el primer día, la labor parlamentaria apenas ha causado fricciones hasta ahora en la coalición sociorregionalista. Fieles al pacto firmado en junio, que exige unidad de acción legislativa, unos y otros caminan firmes y unidos en el Parlamento, donde con la excepción de alguna declaración de voluntades, que ambos partidos han aprovechado para reafirmar sus espacios políticos diferenciados en cuestiones como la política penitenciaria, apenas han dejado pasar propuestas de los grupos de la oposición. Una foto a la que cada vez más veces se empieza a sumar el PP, cómodo en el papel de responsabilidad institucional que le otorga el poder de La Moncloa, y que intenta huir del traje opositor al que han quedado recluidos, casi en exclusiva, NaBai, Bildu e Izquierda-Ezkerra.

Un escenario que ha vuelto a quedar de manifiesto en el último pleno, el más extenso de lo que va de legislatura con una veintena de puntos de temática variada, pero donde ninguna propuesta de la oposición ha salido adelante. De las trece iniciativas sometidas a votación entre ayer y el jueves, solo dos han prosperado. La reforma fiscal, aprobada sin ninguna modificación con el apoyo del PP, y una moción unitaria que insta al Ejecutivo central a mejorar la lucha contra el fraude fiscal han sido todo el rédito de un largo y tedioso pleno de dos días.

El difícil papel de la oposición La mayoría absoluta otorga al Gobierno el control absoluto del Parlamento, muy importante en un contexto como el actual, en el que intenta evitar cualquier interferencia tanto en su acción legislativa como en la gestión económica. Pero que UPN y PSN también aprovechan para intentar minimizar al máximo el desgaste político que le puede suponer la presión del PP, por un lado, y las contradicciones que la izquierda pueda generar en el PSN, por otro.

Un escenario que no parece que vaya a cambiar, al menos a corto plazo, y que deja poco margen a los grupos de la oposición, que hasta ahora no han sabido romper la unidad de acción sociorregionalista y que se han tenido que conformar con la crítica política. Algo que está limitando la actividad parlamentaria a mera polémica declarativa, con duros y contundentes reproches mutuos, pero sin ninguna consecuencia legislativa práctica.