donostia - La Fiscalía de Gipuzkoa pide penas que suman cuatro años de cárcel para un hombre acusado de publicar un centenar de anuncios en una red de contactos por Internet en los que, haciéndose pasar por una amiga suya, se ofrecía para mantener relaciones “en nombre de la perjudicada”, haciendo referencia al supuesto gusto de la chica por las prácticas sexuales “con violencia” y “con múltiples varones”.
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, este tipo de anuncios y otras conductas del acusado generaron a la víctima “miedo” a que “algún receptor de estos anuncios pudiera tomarlos como verídicos, buscarla y llevar a cabo algún tipo de agresión sexual”, un efecto que, en opinión del Ministerio Público, era “buscado conscientemente” por el procesado.
Fuentes del caso señalaron que, ante esta situación, la víctima recurrió al programa de televisión Cazadores de trolls de La Sexta, dedicado a localizar a supuestos acosadores y que apuntó hacia un amigo de la perjudicada como el supuesto responsable.
El texto de la Fiscalía explica que este asunto se remonta a 2014, año en el que el inculpado, que mantenía una relación de amistad “muy estrecha”, de casi 20 años de duración, con la afectada, presuntamente se hizo pasar por ella para publicar “anuncios de contenido e índole sexual en varios foros de contactos”.
El documento aclara que con esta forma de actuar el inculpado pretendía “el contacto de terceras personas” con la joven “reclamándole las relaciones sexuales” que supuestamente ofertaba.
Paralelamente, el hombre habría realizado a su víctima numerosas llamadas telefónicas y le enviaba mensajes de carácter sexual de manera anónima.
Ya en junio de 2015 el imputado presuntamente colocó carteles del mismo carácter en varias calles de Donostia e Irun -las dos ciudades más pobladas de Gipuzkoa-, empleando material que la joven compartía en Facebook, así como “datos personales que había conocido exclusivamente como consecuencia de su relación” personal con ella.
red de contactos Unos meses después, en noviembre de ese año, el procesado se dio de alta en una red de contactos por Internet “empleando datos” de la mujer” ofreciéndola para mantener relaciones sexuales. Paralelamente, entre octubre de 2015 y febrero de 2016, presuntamente llegó a publicar cien anuncios en otra red de contactos asegurando que a la chica le gustaba el sexo “con violencia” con muchos hombres.
En diciembre de 2015, el inculpado habría colocado además en la furgoneta del novio de la chica una foto del varón que había sido compartida por la chica en Facebook, manipulándola para añadirle “unos cuernos” y, sobre esas mismas fechas, supuestamente hizo en las proximidades del domicilio de la afectada una pintada en la que aseguraba que la mujer mantenía relaciones sexuales gratis, algo que volvió a repetir “con posterioridad”.
El escrito de la Fiscalía detalla que, en algunos de los anuncios y perfiles presuntamente publicados con datos de la chica, el inculpado habría colocado “fotografías de contenido pornográfico” en las que aparecían hombres y mujeres que “en ningún caso se correspondían” con la víctima y su novio, pero haciendo ver a “tenor de los anuncios” que eran ellos.
A consecuencia de los anuncios de Internet y los citados carteles callejeros, “múltiples personas se pusieron en contacto con la joven “con claras intenciones sexuales”, una situación que desencadenó en la chica “un trastorno neurótico adaptativo en estado grave” que le llevó a modificar “sus hábitos de vida, llegando a negarse a salir sola a la calle”.
constantes llamadas El compañero de la chica, por su parte, “además de la angustia inherente a la situación vivida por su pareja, ha tenido que cambiar su número de móvil para evitar las constantes llamadas recibidas, derivadas de los anuncios”.
La Fiscalía de Gipuzkoa considera que, en cuanto a la chica, estos hechos son constitutivos de un delito continuado contra la integridad moral y de un delito de acoso por los que reclama cuatro años de cárcel, mientras que en el caso de su novio suponen un delito de acoso por el que demanda nueve meses de reclusión.
Por vía de responsabilidad civil, el Ministerio Público demanda una compensación de 10.000 euros para la chica por los daños morales sufridos.
Por su parte, la acusación particular que ejerce la perjudicada califica lo sucedido como un delito de coacciones continuadas, otro de usurpación de estado civil, dos delitos contra la intimidad, un delito de falsificación de documento privado y una falta continuada de injurias y vejaciones por los que pide diez años, diez meses y una multa de 600 euros, además de una compensación de 16.124 euros.- Efe