El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN/NOPLOI) recuerda, ante las próximas fechas navideñas, que un consumo de alcohol elevado tiene efectos negativos en la salud, tanto a corto como a largo plazo, y en esta situación de pandemia de COVID-19, puede provocar que se relajen las medidas de prevención, como la distancia entre personas o el uso de mascarilla, por lo que aumenta el riesgo de contagio.

El ISPLN vuelve a activar la campaña Beber lo normal puede ser demasiado / Ohi dena edatea gehiegi izan daiteke, que viene impulsando cada año desde 2017. En este caso, la iniciativa incorpora el mensaje Celebrar lo normal, también. Hagámoslo diferente. Así, recuerda que, en este momento, los encuentros sociales no se pueden celebrar como siempre, sino que hay que plantearlos de otra forma, con las medidas de prevención establecidas frente al coronavirus.

El consumo de alcohol, conforme aumenta en cantidad, avanza también en sus efectos sobre esas precauciones: por ejemplo, se reduce la distancia entre personas, se relaja el uso de la mascarilla, baja la sensación de riesgo, se altera lo que se hace y se siente€ Además, el consumo excesivo puede debilitar el sistema inmune y, frente a lo afirmado por algunos bulos, el alcohol no protege frente al COVID-19. Tiene efectos además sobre nuestras relaciones personales y en las familias el consumo de alcohol puede afectar al cuidado y a la educación de los y las menores.

Mascarilla, distancia, sin compartir vasos

Por todo esto es importante que, si se consume alcohol, se mantengan las medidas de prevención: usar mascarilla salvo justo al beber y comer, y seguir utilizándola para conversar; mantener, al menos, la distancia entre personas de 1,5 metros; ventilar con frecuencia los espacios cerrados; lavarse las manos a menudo, por ejemplo antes de comer y beber y si se tocan objetos; beber sin compartir vasos o botellas€

Con frecuencia además al consumo de alcohol se une el del tabaco, que se asocia con una evolución más grave en los casos de COVID-19. En una situación complicada como la pandemia actual, que puede generar malestar emocional, es importante recordar que el consumo de alcohol no lo solucionará, sino que puede empeorarlo. De ahí la importancia de, ante estos casos, buscar apoyo en personas de confianza o de profesionales si se considera necesario.Efectos en la salud a corto y largo plazo

Para señalar la importancia de mantener las medidas de prevención, para cuidarse y cuidar a otras personas, el ISPLN va a iniciar una campaña de anuncios en revistas locales, cuñas radiofónicas y mensajes en redes sociales. El alcohol es la sustancia psicoactiva más extendida entre la población de 15 a 64 años de edad, sin embargo a menudo cala la sensación de que no se consume por encima de las recomendaciones.

A corto plazo, el riesgo del consumo de alcohol para la salud es que reduce la percepción de riesgo; afecta a las relaciones personales y sociales; puede provocar reacciones agresivas; aumenta las posibilidades de que se mantengan relaciones afectivo sexuales sin protección€ A largo produce enfermedades, está relacionado con distintos tipos de cáncer (faringe, estómago, colon-rectal, mama€), problemas de infertilidad y acarrea costes personales, familiares y sociales.Fijar límites y relacionarse sin alcohol

Es necesario tener en cuenta que la vulnerabilidad a las lesiones y enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol depende de factores personales y sociales. En cualquier caso, siempre es clave poner límites para beber con un riesgo menor: menor cantidad, bebidas de baja graduación mejor que de alta graduación, beber no muy seguido sino repartido en el tiempo€ Además, hay que tener presentes las situaciones en las que la recomendación es cero alcohol (en menores, durante el embarazo, al conducir€).

Para poder medir el consumo y acceder a más información, las personas interesadas pueden visitar la página web beberlonormal.navarra.es.