El joven de 23 años que recibió una brutal paliza el pasado 25 de julio en la localidad vizcaína de Amorebieta continúa ingresado en coma profundo en el Hospital de Cruces y tiene ambos lados del cerebro afectados, por lo que en caso de sobrevivir le quedarán profundas secuelas.Así lo ha explicado este viernes en declaraciones a los medios a las puertas del hospital una portavoz de la familia.

Ha indicado que el joven está en "coma profundo", no inducido, y que le ha sido practicada otra prueba de escáner, que ha determinado que tiene afectados los dos lados del cerebro. Se ha dolido por las secuelas que le quedarán por ello, aunque la situación cambie y el joven "sobreviva".

La portavoz ha explicado que el joven está respirando por sí mismo, tras haberle sido practicada una traqueotomía.

Junto a ella y a los padres del joven hospitalizado, otra portavoz familiar ha señalado lo que les transmiten los médicos: "Que está muy grave y que no nos dan esperanzas, solo un milagro".

Catorce de los presuntos participantes en la agresión al joven, supuestos integrantes de una banda juvenil violenta, han sido detenidos hasta ahora.

Seis de ellos han ingresado en prisión tras pasar a disposición judicial y un séptimo arrestado mayor de edad fue puesto en libertad con la obligación de presentarse en el juzgado una vez al mes. Los otros siete detenidos son menores, todos los cuales han sido puestos a disposición de la Fiscalía, el último de ellos este viernes.

Según la investigación, de la que se encarga la Ertzaintza, los detenidos podrían formar una banda juvenil violenta autodenominada Los Hermanos Koala, que lleva años actuando en Bizkaia.