El Servicio de Deportes de la Universidad de Navarra organizó ayer, por sexto año consecutivo, la Carrera de los Valientes, con el propósito de colaborar con el Programa Niños Contra el Cáncer de la CUN. Más específicamente, los objetivos son recaudar un fondo de 25.000 para este programa; dar a conocer el trabajo del programa social entre la Comunidad Universitaria y la población en general, concienciando a los universitarios y a la población navarra para que esta acción se prolongue durante el año a través de otras iniciativas; y conseguir nuevos colaboradores y voluntarios para Niños contra el Cáncer, a fin de que aquellas personas que además de correr quieran seguir ayudando encuentren en este día una primera toma de contacto con la asociación.

Javier Trigo, director del Servicio de Deportes de la UN y organizador de este evento, explicó que "la Carrera de los Valientes es un acto benéfico a favor de la asociación Niños contra el Cáncer, una fundación que ayuda a niños sin recursos a que puedan tratarse en la Clínica". Adicionalmente, sirve para ayudar "a las líneas de investigación del cáncer infantil".

La carrera se celebró por vez primera en 2017. Las cuatro primeras ediciones se hicieron de manera presencial, mientras que el año pasado se tuvo que hacer virtual por la situación de la pandemia. Esta vez, la carrera volvió a ser de manera presencial, aunque se siguió manteniendo la opción de participar virtualmente a través de una aplicación móvil, por lo que esta edición fue la primera que tuvo las dos posibilidades.

También a modo de novedad, uno de los objetivos de este año fue que la Carrera se abriera a gente de otras ciudades y creciera así el número de participantes en la misma. Trigo constató la afluencia de gente de todo el Estado y añadió que la participación había sido "bastante alta, de algo más de 2.000 personas". Los corredores virtuales provenían de las provincias de Madrid, La Rioja, Guadalajara, Palencia, Badajoz, Murcia y Sevilla. Trigo aseveró que la afluencia fue similar a la primera edición, en la que fue "de unas 2.100 personas", mientras que en esta ocasión "contando a los corredores presenciales y a los virtuales", hubo 2067.

Estos se dividieron en cuatro categorías: "Recorrido de 800 metros para menores de doce años, de 1.000 metros para niños de entre doce y dieciséis, de cinco kilómetros y de diez kilómetros, ambos para mayores de dieciséis". A esto se añadió "la carrera de cinco kilómetros de marcha para mayores de catorce años y la dorsal", porque el objetivo era hacer de la carrera "un punto de encuentro para todo el mundo". "El que quiera competir que compita, el que quiera andar que ande y el que quiera correr que corra; la idea es que sea para todos, porque lo importante no es la carrera en sí sino la causa", afirmó Trigo.

En la modalidad de 800 metros hubo 220 atletas; en la de 1.000, 102; en la de 5 km, 820; en la de 10 km, 443; en la de 5 km en marcha, 240; en la dorsal, 42; y en la carrera virtual, 200. En total se recaudaron 17.500 euros.

El organizador añadió que en las acciones de preparación se pudo contar "con un montón de voluntarios, tanto alumnos como otras personas vinculadas de un modo u otro con la Universidad", los cuales estuvieron en la organización y que la semana previa al evento habían colaborado, por ejemplo, "llevando cosas y actividades se ese estilo". Tuvieron asimismo la ayuda de la empresa Asbona, la cual colaboró "en el montaje".

Por otra parte, la carrera se organizó en febrero por ser este el mes en que se celebra, el martes día 15, el Día Mundial Contra el Cáncer Infantil. Trigo concluyó que estaban "muy contentos" con el resultado final, porque además tuvieron "un día estupendo" en lo referente a la meteorología.

Participantes

Leire Zabalza, de diez años, Irene Zabalza, de siete años, Irene Plaza, de nueve años, y Miguel Plaza, de seis años, vinieron juntos a participar en la carrera porque les gusta correr y porque querían "ayudar a los niños con cáncer". Noa, de cinco años, coincidió en la importancia de "investigar contra el cáncer".