El Ayuntamiento de Cadreita ha enviado recientemente a Nilsa, Gobierno de Navarra, los nuevos datos sobre el nivel de consumo de boca en la localidad para el plan director del agua de uso urbano, en el que se concluye que el consumo incontrolado es de un 32%, frente al 71,5% que se alcanzó en 2016. Las cifras se han mejorado notablemente a raíz de la investigación judicial por el supuesto robo de agua que fue cerrada por el juzgado sin llegar hasta el fondo del caso, una investigación que la propia alcaldesa, Berta Pejenaute, considera como “clave” en la resolución del problema.

La causa judicial por el supuesto robo de agua para abastecimiento público en Cadreita fue archivada a pocos días de que se declarase el estado de alarma por la covid-19, sin responsables por la desviación de agua que rondaría un valor de unos 5 millones de euros y que cesó poco después de que el Seprona comenzara sus indagaciones en el año 2018.

El caso, que llegó a la imputación de tres personas, se topó con unos olivos que la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Tudela desautorizó arrancar para permitir que siguiera el rastreo subterráneo de cámaras con las que se buscaban las tuberías ilícitas que se habrían utilizado para defraudar durante más de una década al Consistorio y a los habitantes de Cadreita, que no obtuvieron las respuestas que buscaba en la Justicia.

Un estudio del Gobierno de Navarra concluyó en 2016 que el 71,5% del agua que consumía Cadreita se consideraba que tenía un uso “incontrolado”, es decir, que se perdía en fugas, en consumos no registrados por fraude o por autoconsumos municipales o de otro tipo que no se controlaban. Tras las medidas adoptadas por el Ayuntamiento, el desfase entre el agua comprada por el municipio y el agua efectivamente cobrada seguía siendo superior al 50%, de modo que los técnicos concluyeron que la única respuesta al misterio era que alguien estaba sustrayendo el agua del abastecimiento público, por lo que en verano del pasado año 2018 el Ayuntamiento presentó la denuncia ante la Guardia Civil.

Desde 2018 y coincidiendo con las investigaciones e inspecciones realizadas, el consumo se normalizó y se pasó de facturar 653.142 metros cúbicos a 391.331 metros cúbicos de agua, como lo reflejaron los informes técnicos realizados por el ingeniero y el interventor.

La alcaldesa de la localidad, Berta Pejenaute, afirma que, “la gestión de las actuaciones del equipo de gobierno ha sido muy positiva, ya que no se podía mirar hacia otro lado y, aunque la investigación ha sido paralizada por el juzgado, ha sido clave para conseguir el objetivo de normalizar el consumo. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por realizar y actuaciones para solventar varios temas referentes al agua en Cadreita”.