Licenciada en Periodismo y Filosofía por la Universidad de Navarra, Villaverde participó este martes en las jornadas Sumisión química y violencia sexual contra las mujeres celebradas en Pamplona, donde ofreció una ponencia sobre el tratamiento de la violencia machista en los medios de comunicación.

Las mujeres ya no mueren, las matan hombres. Así se refleja en los titulares. ¿Los medios de comunicación estamos mejorando al informar sobre violencia machista?

-Las mujeres todavía mueren. Todavía se ven titulares en medios de comunicación de ese tipo. Pero sí, se puede decir que hemos mejorado.

La sociedad navarra ha estado marcada por asesinatos como el de Nagore Laffage o la violación grupal de Sanfermines. Justamente una frase de Asun Casasola relacionando ambos hechos sirve de arranque al informe ‘Contar no es legitimar’, en cuya elaboración usted ha participado.

-Que haya habido dos hechos tan simbólicos en Navarra como estos tiene que ver mucho con el movimiento feminista, que ha arropado mucho y ha conceptualizado muy bien. Además, el movimiento feminista ha tenido mucha fuerza en estos dos casos.

¿En qué debemos mejorar los medios de comunicación al informar sobre violencia machista?

-Por una parte, creo que se pone mucho el foco en las víctimas, en la parte escabrosa y morbosa. Ahora bien, depende de los casos y los medios, de si es un caso local o llega a tener alcance estatal. Probablemente los casos pequeños se cubran mejor porque no te están pidiendo carnaza, pero cuando empiece a ser un caso mediático, falta mucha perspectiva de género en las tertulias, faltan expertas... En los medios más pequeños es cierto que un día cubres un tema y otro día otro, pero siempre puedes tener una abogada de referencia, una psicóloga de referencia... Hay directorios feministas accesibles en Internet.

¿Debemos informar de quienes son los agresores?

-Hay casos en los que no se dan los nombres de las víctimas ni de los victimarios. Pero cuando se vuelven mediáticos, se habla más de ellas y, sobre todo, se les cuestiona mucho más. En el caso de La Manada se hizo bien, porque se preservó la identidad de la víctima.

El caso de La Manada supuso un antes y un después, incluso legislativo.

-Muchas entendimos que, legalmente, lo que llamábamos violación no lo era, porque no había violencia física. Y porque el tribunal entendió que no había violencia coercitiva, lo cual fue rizar el rizo. Hay periodistas mejores y peores, y otros que son abiertamente misóginos. Esos medios de comunicación no deberían recibir ni publicidad institucional.

¿Hacemos bien los medios de comunicación en humanizar a las víctimas, en difundir su imagen, hablar de sus vidas...?

-Creo que hay que poner el foco en las víctimas de otra manera. Igual tenemos que marcar nuestra agenda de otra forma. A una familia que acaba de perder a un ser querido, quizá lo mejor no es que vean su foto en los medios de comunicación. Igual quien tiene que salir es Asun Casasola con una pequeña entrevista.

Los medios de comunicación también buscan generar contenidos que sean noticiables. Es un equilibrio difícil...

-Creo que se abusa tanto de sacarlas a ellas, que si igual un medio empieza a hacerlo de forma diferente, también funciona. A veces no queremos cambiar la estrategia, porque somos conservadores. El documental sobre Rocío Carrasco nos ha enseñado que las cosas se pueden hacer de otra manera y tener buenos índices de audiencia. La periodista que se propone hacer este documental tiene perspectiva feminista y le hace una entrevista larga. Le escuchamos a ella después de décadas en las que solo escuchábamos la otra parte. Y da la casualidad que eso hace que aumenten las llamadas al 016. Me parece un éxito y un logro.

¿Los agresores o supuestos agresores pueden tener voz en los medios de comunicación?

-Nunca, jamás. Cuando alguien te dice que llueve y otro te dice que no, lo que tienes que hacer es salir y mirar si llueve.

¿Esto lo hace extensivo a los abogados defensores?

-Por supuesto. Ahí está el caso del abogado de La Manada, que llegó a poner un espía a la víctima. No hay que cuestionar al que denuncia, hay que cuestionar al denunciado. Da igual si alguien ha bebido, si entró al portal, sólo hay que demostrar si hubo consentimiento o no.

¿La sociedad va muy por delante de los medios de comunicación?

-Depende del círculo de la sociedad al que te acerques. Quien sí creo que va por delante es el movimiento feminista, que ha ido identificando un montón de problemas y sigue haciéndolo.