La concepción del Rock se ha relacionado con asiduidad con una actitud bruta, ruda y animal (sin desmerecer al gran álbum de Lou Reed). Loquillo, a pesar de ser una de las caras que más presume de estos adjetivos, ya manifestó en sus canciones que el Rock, además de ser un estilo musical, es una actitud. Los años 80 se empaparon de chupas, botas altas y gafas de sol negras, unos años de reivindicación manifestados en sonidos feroces de guitarras eléctricas. Pamplona no se quedó atrás. Con bandas como Barricada, Koma o Tijuana in Blue, la capital navarra vibró durante años el fenómeno rockero. Hoy en día, la música ha seguido su camino por otros cauces, y parece haber dejado a este hijo del blues a un lado. Sin embargo, el Rock no es sólo cuestión de historias de otra generación, o de reuniones pasadas por alcohol en los ya mínimos bares de lo viejo. Sigue vivo, en la gente y en la calle. Donde nació, y donde tendrá que morir si así ocurre algún día.
En Pamplona, el Rock también tiene su rincón en las bibliotecas. La Rockoteca es una iniciativa de varios trabajadores de la Biblioteca de la Upna que pretende ser un txoko de reunión, lectura y debate para todos los seguidores del Rock. “El Rock es cultura, y por ende, debe tener su espacio en las bibliotecas”, señala Raúl Sánchez, uno de los artífices de la iniciativa. “Hemos adaptado un espacio dentro de la biblioteca en la que hemos colocado revistas, DVDs, casetes, libros bibliográficos, CDs, novelas gráficas, merchandising, carteles y figuras de guitarras. Se trata de un lugar de ocio que explora la relevancia cultural y social de este género musical a través de colecciones”, explica. Situado en el Salón de Estudio (planta baja) de la biblioteca del campus de Arrosadia de la Upna, la Rockoteca se une a la transformación de la imagen tradicional que las bibliotecas han tenido desde hace ya siglos. “Las bibliotecas han dejado de ser simples contenedoras y distribuidoras de documentos para convertirse en focos generadores de conocimiento y en centros culturales de la comunidad a la que sirven”, apunta Sánchez.
Sánchez describe la Rockoteca como “una sección especializada dentro de la biblioteca en la que se reúnen documentos de distintos formatos relacionados con el Rock, y que pretende ser un espacio de reunión y culturización del alumnado”. Tomando como ejemplo iniciativas similares como la que se llevó a cabo en Peralta en 2012, esta es la primera Rockoteca en una biblioteca universitaria. “Presentamos el proyecto a Dirección y les gustó la idea. Después, han sido varios meses de trabajo, porque las baldas, los carteles e incluso alguna figura las hemos hecho nosotros. Maite Atxaga, una de las compañeras que ha hecho posible esta iniciativa, es arquitecta, y reuniendo cajas de almacenaje, ha construido las baldas. Ha sido un trabajo que hemos realizado unos pocos, con más imaginación que inversión”, ríe Sánchez. La ideación del proyecto se hizo en mayo del año pasado, y fue en verano, cuando la biblioteca se encuentra cerrada al público, cuando se pusieron manos a la obra.
“Es una forma de eliminar la concepción de que el Rock está muerto. Aunque parece algo de nuestra generación, es parte de la cultura y queremos atraer a la gente a que sienta de cerca todo lo que significa este género musical”, admite Sánchez. Desde la Rockoteca, llaman a la sociedad navarra a donar contenidos para “recoger todo el material posible cerca del Rock para que los jóvenes puedan tener aún más pociones”. Las personas interesadas en donar material pueden acudir a la misma Biblioteca, escribir al correo electrónico bupna@unavarra,es o llamar al 948 169 064. Este espacio, aunque abrió sus puertas con el inicio del curso, no ha sido inaugurado todavía. “ Queremos que esta zona pueda ser un lugar para presentaciones de libros o para conciertos en acústico. Sería genial que los grandes del Rock navarro puedan acudir a la cita que, todavía, no tiene fecha. Queremos que sea algo bonito”, concluye.
Para todos los que sienten el Rock, su supervivencia no ha sido nunca un debate. Ni siquiera se les ha pasado por la cabeza. Porque va dentro de ellos, forma parte de su vida. La noche nunca ha vuelto a ser tan enérgica, tan viva y tan larga. Estos lugares pueden ayudar a preservar un movimiento que ocupó un lugar importante en el corazón de muchos. Salud y Rock & Roll.