PAMPLONA. El Departamento de Salud, tanto en las conversaciones mantenidas con el Ministerio como en el informe técnico remitido en el proceso abierto de cambio de fase 0 a fase 1, sustenta el avance de Navarra en la transición hacia la desescalada en la fortaleza de su sistema sanitario: Navarra podría pasar de 1.690 camas hospitalarias a 2.486 y de 82 puestos de UCI a 174 en menos de 5 días-; en la capacidad para detectar y vigilar la evolución de una epidemia (que se encuentra ya en un nivel bajo de contagios con un incremente diario de solo 0,3% de positivos por PRC) además de en otros parámetros (medidas específicas para sectores como residencias y otros sectores vulnerables, coordinación interinstitucional, movilidad, protección colectiva….).

La consejera Santos Induráin ha comentado en una reunión por videoconferencia con el ministro de Sanidad Salvador Illa que estos indicadores contenidos en el informe que, según Salud harían viable, desde el punto de vista epidemiológico y sanitario, la reactivación responsable y parcial de la actividad ordinaria que supone pasar de fase 0 a fase 1. Cuestión que, no obstante, queda en espera de ser tratada en el consejo interterritorial de mañana viernes y que, en caso de concretarse, entraría en vigor el lunes.

Navarra, como el resto de autonomías, está ultimando todos los aspectos técnicos e información adicional que acrediten que una flexibilización de las restricciones de actividad ordinaria en diferentes ámbitos (transporte, reuniones, hostelería, cultura, comercios, turismo, deporte…), se realice de un modo adecuado de manera que, por un lado, no se traduzca en un rebrote de los contagios y, por otro, en caso de que se produjeran, el sistema sanitario tenga capacidad inmediata de respuesta para detectarlo, atajarlo y atender esas nuevas personas afectadas.

Todos estos parámetros vienen siendo trabajados de manera bilateral con el Ministerio y objetivados en un informe activo en el que además la Comunidad Foral incluye posibles especificidades dentro del marco general tanto desde el punto de vista territorial como de las actividades. Una parte de ellas proceden del proceso participativo y de coordinación interdepartamental puesto en marcha en Navarra con diferentes niveles y agentes sociales, locales, políticos y económicos, entre los que destacan el Consejo Navarro de Salud y Comisión para la Transición en Navarra COVID-19.

Este último órgano consultivo, en su segunda sesión celebrada ayer mismo, avaló el posible paso de fase 0 a la fase 1, con aportaciones y matices. En ese foro también se puso de relieve la importancia de confiar en la “responsabilidad y el sentido común” de la ciudadanía bien informada y sensibilizada para llevar a buen término esta desescalada, cuestiones compartidas por el departamento de Salud y todo el Gobierno de Navarra.

Balance del pico de la epidemia y previsiones de futuro

El informe remitido al Ministerio cuenta con un importante volumen de documentación técnica, pero en definitiva describe dos cuestiones claves.

En primer lugar y mirando al pasado, es cierto que Navarra es una de las comunidades que ha registrado una mayor incidencia de casos de COVID-19 (una incidencia acumulada de 62,06 en los últimos 14 días frente a un 40,1 de media estatal). Pero, al mismo tiempo, ha demostrado una notable capacidad tanto para asumir asistencialmente (a nivel hospitalario y de Atención Primaria, que ha abordado el 80% de los casos) como para detectar clínicamente y practicar pruebas diagnósticas entre la población. Todo ello, unido al confinamiento, ha permitido reducir notablemente el nivel de reproducción de los contagios situando a la epidemia en un panorama de estabilización a la baja con solo un 4,7% de positivos por PCR (17 casos) en el día de ayer, pese al incremento de este tipo de pruebas.

En segundo lugar, pensando en el corto y medio plazo, el informe subraya la consolidación de estas dos capacidades (detección y respuesta asistencial) ya constatadas en el pico de la epidemia y anuncia nuevas mejoras de cara a posibles nuevos brotes o repuntes.

Respecto a la vertiente asistencial, una vez contrastada en la primera etapa la fiabilidad de los sistemas de predicción que permitieron anticiparse con recursos extra a los días más complejos y garantizada razonablemente la disponibilidad de medios materiales (equipos de protección, respiradores, espacios físicos extra….) tecnológicos necesarios para nuevas situaciones , el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea concreta en su informe distintos indicadores. Así, señala que en un tiempo de reacción de entre uno y cinco días podría incrementar respecto a una situación ordinaria el total de camas de agudos en +1.400 puestos, pasando de 1.690 a 2.486 (47% más). En el caso de las UCI, y en el mismo espacio tiempo podrían añadirse +92 puestos, es decir, de 82 a 174 (más del doble). Cabe recordar que en las jornadas más complicadas de las vividas hasta ahora se precisaron 812 camas (1 de abril) y hubo 93 pacientes en UCI (5 de abril). Actualmente, hay 144 personas ingresadas, de ellas 32 en UCI, la mayor parte en el CHN, centro que ha llevado el peso y liderazgo de todo este sistema integral.

En cuanto al dispositivo de detección de nuevos casos, Navarra ha reforzado su capacidad de realización de PCR -eje de su estrategia- complementada con la realización de test anticuerpos. Cuantitativamente la Comunidad Foral ha realizado ya más de 54.000 pruebas, de las que 29.159 son PCR, que son las más determinantes a la hora de la detección precoz. En los últimos diez días se ha pasado de unos 500 PCR diarios a cerca de los 1.000 pero el total de positivos por PCR no ha crecido en paralelo, lo que es otro indicador de la incidencia real de la epidemia, que ayer se redujo a 17 nuevos casos por PCR, una de las cifras bajas de una serie con dientes de sierra. De todas formas, según el último boletín epidemiológico del INSLP, en las últimas 5 semanas el total de positivos por PCR ha descendido un 87%, lo que confirma esta tendencia con más perspectiva.

Cualitativamente, el departamento de Salud ha dado dos pasos relevantes consecutivos: realizar pruebas PCR a todos los casos sospechosos (presencia de síntomas) de Primaria y hospitalaria y lanzar nuevas estrategias de cribados preventivos que llegan cada vez a más espacios y colectivos vulnerables o esenciales, poniendo especialmente el foco en hospitales y residencias.

Finalmente también se está realizando el estudio estatal de seroprevalencia con más de 2.000 muestras que será complementado por otro autonómico con otras 1.000 ampliables a otras tantas, lo que permitirá contar con una foto ajustada del grado de incidencia e inmunidad, también desglosada por zonas básicas de salud, posible pieza clave en futuros escenarios.

De cara a las nuevas fases, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra y Atención Primaria han reforzado tanto el equipo humano como los soportes tecnológicos, para garantizar una detección temprana y seguimiento de los contactos de posibles nuevos casos. Además se está desplegando una política de difusión de recomendaciones entre la población general y públicos específicos con medidas de protección colectiva como higiene, distanciamiento, mascarillas, etc..