La bioeconomía se ha convertido en un concepto clave para marcar las prioridades de un desarrollo sostenible, y surge como respuesta a los diferentes retos a los que la sociedad actual debe hacer frente, como son la garantía de suministro y reparto justo de los alimentos, la mitigación de los efectos del cambio climático y la reducción de la utilización de combustibles fósiles. En este sentido, la Comisión Europea publicó en febrero de 2012 una Estrategia denominada "La innovación al servicio del crecimiento sostenible: una bioeconomía para Europa", que formula un planteamiento coherente, intersectorial e interdisciplinario al respecto.

A los productores

y fabricantes nos gustaría que la Administración nos facilitara más financiación". Alfredo Martínez

El objetivo es una economía más innovadora y con bajas emisiones, que concilie las demandas de gestión sostenible de la agricultura, la ganadería y la pesca, la seguridad alimentaria y la utilización sostenible de los recursos biológicos renovables para fines industriales, garantizando al mismo tiempo la biodiversidad y la protección del medio ambiente. Además, este compromiso es visible con la aplicación de la Agenda 2030 que tiene por objeto asegurar el progreso social y económico sostenible en todo el mundo. Centrada en la faceta biológica de los recursos, la bioeconomía comparte objetivos comunes con el cambio de paradigma que propone la economía circular, desterrando el adictivo e insostenible modelo lineal basado en fabricar, usar, tirar.

En lo que respecta a la bioeconomía forestal, "la clave está en la incorporación de la sostenibilidad en los sistemas de gestión de los recursos, siendo el producto de referencia la madera", manifestaron Juan Miguel Villarroel, gerente de Foresna, y Fermín Olabe, director de Servicio Forestal del Gobierno de Navarra. A nivel de región, ya se están desarrollando políticas estratégicas que promuevan una economía verde como la Agenda para el Desarrollo de la Economía Circular.

El consumo de

biomasa ayuda a mantener económicamente los bosques navarros. Jorge Herrero

Sin embargo, todos los participantes en la jornada no dudaron en señalar que "hace falta más pedagogía" para que el ciudadano entienda "que nunca se va a aprovechar más de lo que el monte crece", apuntó Ana Áriz, técnica de Lursarea. "Para ello, debemos sensibilizar y dar visibilidad a los proyectos y actuaciones desarrollados en este marco porque hay una visión costumbrista del monte y una desvinculación del mundo urbano del entorno rural".

"Todavía hay creencias de que un árbol de navidad de plástico es mejor que uno de madera, al igual que el uso de ventanas de madera frente a las de PVC. Y eso no es así. Tenemos el deber de mostrar datos positivos que avalen este aprovechamiento forestal y de lo que significa para el desarrollo rural y de nuestro territorio", destacó Olabe. "De hecho en Navarra, en 2018 y en situación todavía de crisis económica, se alcanzó el record de aprovechamiento forestal con 600.000 m3 y mediante una gestión forestal sostenible. Sobre este aspecto, Villarroel comentó que "nada sucede en nuestros montes sin la autorización o permiso necesario.

"Hay que sensibilizar de que nunca se va a aprovechar más de lo que el monte crece". Ana Áriz

A veces la intervención de la Administración es demasiada rigurosa y estricta que hace imposible el desarrollo de nuevos mercados. Y en esto deberíamos buscar un equilibrio. Asimismo, debemos trabajar para concienciar a la población que la explotación forestal, en toda su cadena de valor, si se hace de manera sostenible y responsable es un bien para todos" y añadió que "la Administración tiene aquí un papel fundamental para que los propietarios sientan un atractivo de sus propiedades, una realidad que se ha perdido".

Plataforma 'Juntos por los bosques'

Para Villarroel, "este problema se puede solucionar aportando más ayudas o financiación, dado que se trata de una reinversión en el entorno local que favorece el desarrollo rural y puede evitar el despoblamiento". Al hilo de este planteamiento, Alfredo Martínez de Naparpellet recaló en esta idea y apuntó que "no solamente se trata de favorecer al propietario con ventajas fiscales sino de ayudar en las tareas de clareo y limpieza de los montes, así como de todos los agentes implicados en el aprovechamiento forestal como los proveedores de madera, fabricantes...".

"La dendroenergía pone en valor los

recursos forestales que proceden de las zonas rurales". Fermín Olabe

Una propuesta que también defendió Jorge Herrero de Avebiom y que ya el sector se está trabajando en la plataforma 'Juntos por los bosques' con la unión de diferentes voces de más de 80 entidades del sector forestal en España para elaborar una visión de lo que suponen nuestros bosques, de la riqueza que en muchos sentidos pueden aportar a la sociedad y para definir propuestas de actuación primordiales que serán enviadas a todas las formaciones políticas con representación parlamentaria y al Gobierno, entre otros.

La necesidad de buscar otras alternativas de consumo de energía es evidente para los cinco participantes de esta mesa sobre el Día Internacional de los Bosques. "Debemos construir un nuevo modelo energético basado en fuentes de generación de energía más limpias, eficientes y duraderas, que sustituyan a las energías fósiles tradicionales", resaltaron. En este sentido, insistieron en la necesidad de crear un modelo energético sostenible que defina unos patrones de producción y consumo que compatibilicen el desarrollo económico, social y ambiental, satisfaciendo las necesidades energéticas de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades". Y, para ello, destacaron la importancia de "defender el aprovechamiento forestal local, porque solo de esta manera, se va a favorecer a la empresa y al empleo local", añadieron.

Al mismo tiempo, en la mesa se expuso la necesidad de mostrar a la ciudadanía los casos de éxito logrados y de las oportunidades reales que ofrece el uso de recursos fósiles como fuentes de energía "porque estos modelos ofrecen seguridad energética, ya que garantizan la continuidad del suministro; economía local, sostenibilidad, y desarrollo del entorno rural".

La explotación forestal, en toda su

cadena de valor, se hace de forma sostenible y responsable. J.M Villarroel

Según Alfredo Martínez y Jorge Herrero, "es tremendo el beneficio social y económico que aporta la biomasa en Navarra porque genera una importantísima economía local en nuestros pueblos que el uso de combustibles fósiles genera en otros países a miles de kilómetros. La producción de los biocombustibles que se consumen en la Comunidad aporta a la cadena de valor de la madera 11,3 millones de euros. El resto es fabricación, instalación y mantenimiento de estufas y calderas tanto domésticas, comunitarias como industriales. A nivel estatal, este nuevo negocio generó 870 millones de euros".