parís - Las autoridades francesas anunciaron el viernes que se han prohibido para este sábado las manifestaciones en los Campos Elíseos de París, así como en áreas céntricas de otras ciudades como Burdeos, Toulouse, Marsella o Niza para evitar nuevos altercados durante las protestas de los chalecos amarillos.

La Prefectura de Policía de París especificó en un decreto que están vetadas las manifestaciones en la avenida de los Campos Elíseos, en la plaza del Arco del Triunfo y en las cercanías tanto del Elíseo -sede de la Presidencia francesa-, como de la Asamblea Nacional.

La decisión se toma para impedir que las movilizaciones de los chalecos amarillos, que hoy cumplen su décimo novena jornada, degeneren en los disturbios que la semana pasada acabaron en saqueos o destrozos de decenas de locales en los Campos Elíseos, y en más de 200 detenciones.

El primer ministro, Édouard Philippe, anunció el pasado lunes que se iban a aplicar prohibiciones desde el momento en que se tuviera conocimiento de “la presencia de militantes ultra” con voluntad de causar destrozos. El entonces responsable de la Prefectura, Michel Delpuech, fue destituido y reemplazado por Didier Lallement, y el Ejecutivo, que ha admitido fallos en el anterior dispositivo de seguridad, ha exigido a este último “impunidad cero” contra los violentos.

La revisión de la estrategia gubernamental para impedir que la situación se escape a su control incluye el despliegue de más militares de la operación antiterrorista Sentinelle para proteger sobre todo edificios oficiales.

Ante las denuncias de una parte de la oposición y de algunos abogados que consideran peligroso que pueda haber choques entre los militares de Sentinelle y manifestantes, miembros del Gobierno e incluso el presidente, Emmanuel Macron, intervinieron para intentar desactivar la polémica.

Desde Bruselas, donde participaba en el Consejo Europeo, Macron criticó a “los que juegan a hacerse miedo y a dar miedo” en lo que consideró un “falso debate” porque lo que se ha decidido es utilizar más militares de Sentinelle “para su misión, la lucha contra el terrorismo y la vigilancia de lugares sensibles”.

Se trata así -añadió- de “descargar” de esas funciones a policías y gendarmes para que puedan ocuparse del mantenimiento del orden frente a los chalecos amarillos.

“los militares no dispararán” La ministra de Defensa, Florence Parly, insistió, en una entrevista a la emisora France Info, en que “nunca los militares del Ejército francés dispararán contra los manifestantes porque no tienen como misión el mantenimiento del orden”, que corresponde a policías y gendarmes. En los cortejos que tengan lugar fuera de los perímetros vetados, se han prohibido artículos pirotécnicos, sustancias inflamables u objetos destinados a cubrir el rostro para evitar ser identificados, entre otros. Quienes no lo respeten serán multados.

El pasado sábado hubo unos 32.300 manifestantes en toda Francia y de ellos unos 10.000 solo en París. El aumento de la violencia coincidió con un incremento de la participación: el sábado anterior, había habido 28.600 manifestantes en todo el país y unos 3.000 solo en la capital, según cifras del Ministerio del Interior. - Efe/E.P.