Bruselas - Tras una legislatura dedicada a apuntalar la recuperación y preparar el brexit, la actuación en materia económica de la UE tras los comicios del día 26 pasará por hacer frente al auge de China, capear las tensiones comerciales o adaptarse al nuevo entorno tecnológico y global. La competencia de las empresas chinas, dopadas con millonarias subvenciones del Estado, preocupa cada vez más a los países de la UE, que ven cómo sus compañías sufren para hacerles frente en el mercado global. Bruselas reconoce que el gigante asiático ha pasado de ser un socio prioritario a un rival económico.

Hasta ahora se ha puesto sobre la mesa una posible reforma de las normas de Competencia para que tengan en cuenta los nuevos modelos económicos y la competencia de fuera de la UE a la hora de aprobar o vetar operaciones. Francia y Alemania van más allá y plantean que esta política dé pie a la creación de “campeones industriales europeos” capaces de competir a nivel global, así como otorgar a las capitales margen para cuestionar las decisiones de Bruselas.

La legislatura comenzará bajo el signo de las tensiones entre EEUU y China, que ya pesan sobre la economía europea. La táctica proteccionista del presidente de EEUU, Donald Trump, le ha llevado también a imponer aranceles al acero y aluminio comunitarios y a amenazar con tarifas al sector automovilístico. En 2018 la UE logró una tregua comercial con Washington que podría irse al traste, de ahí que los Veintiocho intenten concluir un nuevo acuerdo comercial con EEUU tras el fracaso del Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, en inglés) en 2016. Su alcance sería más limitado y la Comisión quiere cerrarlo este año, aunque la tarea se antoja difícil. Un escollo será la negativa de Trump a respetar el Acuerdo por el Clima de París, línea roja para algunos países.

La UE también confía en concluir en 2020 el acuerdo de inversiones que negocia desde 2013 con China, a quien pide mayor acceso a su mercado para las empresas comunitarias, y deberá pactar una nueva relación comercial con el Reino Unido una vez abandone el bloque. El reto de la UE será encontrar el equilibrio entre la defensa del libre comercio basado en reglas internacionales y la de sus intereses y valores. - Efe