Washington - El Gobierno de Nicolás Maduro y el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, están dispuestos a seguir avanzando en los contactos exploratorios de Oslo para acordar una “solución constitucional” que incluya “temas políticos, económicos y electorales”, según informó ayer Noruega tras acabar la segunda ronda de las negociaciones. La prensa venezolana y noruega ya había revelado que las partes se han vuelto a ver entre el lunes y ayer en Oslo para dar continuidad a los contactos iniciados a mediados de mayo para explorar un posible diálogo.

Fuentes del entorno del líder opositor consultadas por el diario venezolano El Nacional indicaron el martes que uno de los puntos a tratar era la salida de Maduro del Palacio de Miraflores mediante unas elecciones libres. Noruega solo ha contado que “las partes han demostrado su disposición a avanzar en la búsqueda de una solución acordada y constitucional para el país, que incluye los temas políticos, económicos y electorales”.

“Para preservar un proceso que permita llegar a resultados, se ha pedido a las partes la máxima precaución respecto a la reserva del mismo, tanto en sus comentarios como en sus declaraciones”, señaló.

Los primeros contactos en la capital noruega se produjeron a mediados de mayo en un contexto de máxima discreción entre emisarios de confianza de Maduro y Guaidó. Entonces no hablaron directamente, sino a través de los mediadores noruegos, y el resultado fue mostrar su voluntad de seguir conversando.

El hecho de que las partes hayan protagonizado una segunda cita en Noruega es una señal positiva, ya que se produce después de que Maduro haya adelantado un año las elecciones a la Asamblea Nacional, previstas inicialmente para 2020. Su presidente, Juan Guaidó ha sido enfático a la hora de aclarar que no se trata de un nuevo diálogo, sino de una “mediación”.

prioridad de eeuu El Departamento de Estado de EEUU consideró ayer que el diálogo en Noruega entre la oposición venezolana y el chavismo debe centrarse en la salida del presidente de Venezuela y establecer ese tema como una prioridad. En una rueda de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, expresó el deseo de Washington para que el proceso en Oslo “se centre en la salida de Maduro” y eso sea un “requisito para cualquier progreso”.

“Sobre las conversaciones en Noruega, como hemos dicho repetidamente, EEUU cree que la única cosa que hay que negociar son las condiciones de la salida de Nicolás Maduro”, dijo Ortagus.

“Aunque los esfuerzos anteriores para negociar fracasaron porque el régimen los uso para dividir a la oposición y ganar tiempo, esperamos que Oslo se centre en la salida de Maduro como un requisito para cualquier progreso”, añadió.

La portavoz evitó respaldar explícitamente el diálogo y se limitó a decir: “EEUU apoya el deseo del pueblo venezolano para recuperar su democracia y para poner fin al régimen ilegítimo de Maduro”.

Este sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega informó de que los representantes del Gobierno de Nicolás Maduro y de la oposición regresarán a Oslo esta semana, después de los encuentros preliminares que tuvieron lugar en días previos para entablar un diálogo político entre ambas partes.

Esta iniciativa de Noruega ha ganado el respaldo de Rusia y Cuba, aliados de Maduro, así como del grupo internacional de contacto impulsado por la UE, compuesto por países europeos como España, Francia y Alemania, así como cuatro naciones latinoamericanas (Costa Rica, Uruguay, Ecuador y Bolivia). La pasada semana, el enviado estadounidense para Venezuela, Elliott Abrams, ya se mostró escéptico sobre el diálogo, especialmente sobre cualquier papel que pueda jugar el Gobierno cubano. Según la televisión pública noruega NRK, los contactos entre la oposición y el chavismo se iniciaron en Cuba y continuaron con reuniones secretas en Oslo. Venezuela vive un pico de tensión política desde enero, cuando Maduro juró un nuevo mandato de seis años tras ganar unas elecciones que fueron tachadas de fraudulentas por parte de la oposición, y en respuesta el líder opositor Juan Guaidó se autoproclamó como presidente interino.

Desde entonces, el conflicto se ha agudizado y varios países, entre ellos Noruega, intentan impulsar mecanismos para encontrar una solución negociada a la crisis. Noruega ha ejercido como facilitador en una veintena de procesos de diálogo en las últimas décadas, como el que llevó a la firma de los acuerdos de Oslo entre israelíes y palestinos o las conversaciones entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC. - Efe