Luxemburgo - El embrión de presupuesto de la eurozona que los ministros de Economía de la moneda única (Eurogrupo) pactaron en la madrugada de ayer jueves reservará como máximo un 20% de sus fondos a ayudar a los países a enfrentarse a una situación de crisis específica financiando una serie de reformas e inversiones. El 80% restante de los fondos será asignado a los Diecinueve en función de su población y teniendo en cuenta el PIB per cápita de cada socio, independientemente de la situación económica de cada uno. No obstante, ninguno podrá recibir menos del 70% de lo aportado.

Este presupuesto de la zona euro estará enmarcado en el Marco Financiero Plurianual (MFP) de la Unión Europea para el periodo 2021-2027 y, a falta de que los Veintiocho cierren las negociaciones al respecto, se calcula que tendrá un tamaño de unos 17.000 millones de euros para todo el periodo. Por lo tanto, la parte dedicada a responder a situaciones de crisis no superará los 3.400 millones de euros lejos de los cientos de miles de millones reclamados por Macron.

En general, el Presupuesto para la Competitividad y la Convergencia (BICC, por sus siglas en inglés) servirá para ayudar a los países del euro a poner en marcha reformas estructurales e inversiones que sigan las recomendaciones del Semestre Europeo y que deben ser aprobadas previamente por la Comisión Europea.

Las capitales del euro tendrán que aportar el 25% de los fondos que requiera cada proyecto, pero este porcentaje podrá ser reducido a la mitad (el 12,5%) en el caso de “circunstancias económicas severas”. - E.P.