- Un nuevo brote en el principal mercado de distribución de alimentos de Pekín, tras casi dos meses sin nuevos casos, disparó ayer las alarmas en la capital y en toda China ante la amenaza de una nueva oleada del virus en el gigante asiático.

A las tres de la madrugada local (19.00 GMT del viernes), después de comprobar que 46 personas que habían visitado el mercado de Xinfadi -en el distrito de Fengtai, al suroeste de la ciudad- eran positivas en coronavirus pese a no mostrar síntomas, se decidió cerrar a cal y canto el gran centro distribuidor de verduras, frutas, carnes y otros productos frescos.

Centenares de agentes de las fuerzas de seguridad en camiones de transporte militar se presentaron en el inmenso mercado para sellarlo e impedir el paso de cualquier persona.

Horas antes se habían detectado cuatro casos confirmados en personas que habían estado en Xinfadi, por lo que se decidió realizar pruebas del virus a sus más de 10.000 empleados y vendedores, además de hacer un seguimiento estricto de todos los que lo han visitado desde el 30 de mayo.

Once comunidades de viviendas cercanas al centro de distribución de alimentos se han aislado en cuarentena y, según los medios locales, los productos de los puestos del mercado como vegetales, frutas, camarones, cangrejos, carne de ternera o cordero quedaron sin recoger por la necesidad de inspeccionarlos para comprobar si tenían trazas del virus. El mercado provee el 90 por ciento de los vegetales y fruta que consume Pekín.

Las primeras inspecciones realizadas detectaron el virus en una tabla de cortar pescado utilizada por un vendedor de salmón importado, explicó el responsable del mercado.

El salmón procedía a su vez del mercado de pescado y marisco de Jingshen, en el mismo distrito, que ha sido igualmente cerrado así como otros cuatro centros de distribución de alimentos de la ciudad.

Ese descubrimiento llevó a que el resto de mercados y grandes superficies como Carrefour, Walmart, además de los supermercados de alimentación de la capital, anunciasen que retiraban de su oferta el salmón, en su mayoría importado de Noruega.

El hecho de que el nuevo brote haya aparecido en un gran mercado es especialmente preocupante debido al considerable número de personas que trabajan en él y lo visitan y también a la posibilidad de que se haya infectado alguno de los alimentos.

El distrito de Fengtai, donde se encuentra el mercado, ha decretado drásticas medidas de control del virus para evitar su propagación.

Chu Junwei, un funcionario de Fengtai, distrito en el que viven más de dos millones de personas, dijo que toda esa zona de la ciudad se ha declarado en "emergencia de guerra".

Se ha dispuesto un centro de centro de control y, además del aislamiento de 11 complejos residenciales, se han cerrado escuelas y guarderías.

La primera oleada. El brote de coronavirus en Wuhan también surgió aparentemente de un mercado, desde el que se propagó.

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Estos casos asintomáticos podrían aumentar al realizar los test a todos los trabajadores.