El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha insistido este jueves en la necesidad de reducir el consumo con acciones como bajar la calefacción para disminuir la dependencia del gas y del petróleo ruso.

"Porque los que pasan frío de verdad son los refugiados, los que están a diez grados bajo cero, sin calefacción en casa ni agua, y se tienen que beber el agua de los circuitos de calefacción", ha dicho en una intervención grabada en el acto del PSC 'La respuesta europea a la crisis de Ucrania'.

Borrell ha sostenido que esta situación representa un "aldabonazo a la conciencia mundial y una llamada a Europa despierte de cierto sueño cómodo" en el que cree que está instalada desde el fin de la Guerra Fría, e incluso antes.

En este sentido, ha subrayado que los gobiernos deben trabajar para reducir esta dependencia del gas y petróleo ruso, pero que también puede hacerse a nivel individual "bajando el consumo un poco" --aunque ha recordado la leve afectación que tendría en el caso de España, por su poco consumo de gas ruso--.

El jefe de la diplomacia europea ha ironizado con que le parece gracioso que algunos "se hayan tomado a broma" su llamada a bajar la calefacción para ahorrar gas cuando expertos, economistas y la Agencia Internacional de Energía defienden reducir esta dependencia del gas y del petróleo ruso.

Borrell ha criticado que se planteara reducir esta dependencia tras la guerra de Crimea de 2014 pero que "no se ha hecho más que aumentar la dependencia, algunos países más que otros; algunos mucho, demasiado", y ha avisado de que deberán hacer marcha atrás aunque les cueste.

"Tercera guerra mundial"

Además, ha defendido "no provocar ni participar ni dar ninguna excusa a Putin para que empiece la tercera guerra mundial", motivo por el que rechaza la zona de exclusión aérea sobre Ucrania, ya que implicaría derribar aviones rusos y entrar en guerra con Rusia, ha dicho el Alto Comisionado.

Ha avisado de que la situación ha llevado "al límite de un equilibrio nuclear" y que dar respuesta implica compromiso, esfuerzo y saber que se pagará un precio, como el aumento del precio de la energía y de la alimentación, que cree que requerirá a gobiernos fuertes y que los bancos centrales reaccionen.

Considera que el Ejército ruso no consigue avanzar o bien no quiere hacerlo y opta por bombardear: "Quieren convertir Ucrania en la Siria de Europa", mientras los ucranianos se siguen defendiendo en una lluvia de bombas y desde el aislamiento y el sufrimiento, ha añadido.

Respuesta de Europa

Así, ha asegurado que Europa nunca había dado una respuesta tan rápida a un conflicto, y que se han "roto algunos tabús, como que no se podían usar fondos europeos para armar a un tercer país que participa en una guerra" en la que no participa la UE.

"Porque no participamos en la guerra; no estamos en guerra con Rusia. Lo que estamos haciendo es ayudar al límite de lo que se puede hacer a Ucrania", donde se está defendiendo un orden internacional basado en el respeto a la integridad de los territorios, a las fronteras, a los derechos humanos y al derecho internacional, ha dicho.

"Y como mucha gente dice, y es verdad, Ucrania de hecho nos está defendiendo a nosotros también", ha añadido Borrell, que cree que la sociedad había alejado la guerra de su mente y pensaba que no volvería, cuando se ha comprobado que para que haya guerra sólo es necesario que uno la quiera.

En este punto, ha llamado a reflexionar sobre lo que ocurre en Ucrania, también "reconociendo" que no se creyeron las advertencias de Estados Unidos que aseguraban que la guerra era inminente, según el Alto Representante.

Borrell, que ha grabado su intervención desde Sarajevo (Bosnia y Herzegovina), ha dicho que en los Balcanes se alimentan rifirrafes internos entre etnias y religiones diversas que pueden desestabilizar la región, y ha pedido que "el nacionalismo exacerbado no arrastre otra vez a la guerra".