El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que ya son 27,1 millones los refugiados en todo el mundo y 53,2 millones los desplazados internos a causa de la violencia, la persecución, los conflictos y las violaciones de los Derechos Humanos en una crisis al alza que pronostica un recrudecimiento del problema migratorio.

En su informe sobre tendencias globales de desplazamiento forzoso para 2021, ACNUR ha señalado que en total son ya 89,3 millones las personas que se han visto obligadas a desplazarse en todo el mundo, si bien 4,6 millones son solicitantes de asilo.

En este sentido, ha alertado de que el 83 por ciento de los desplazados han sido acogidos por comunidades y países con ingresos medios o bajos, mientras que los países menos desarrollados han dado cobijo al 27 por ciento de ellos.

Así, la mayoría de los refugiados, cerca de un 72 por ciento, se encuentran en países vecinos tras abandonar sus países de origen. Turquía sigue siendo el país con mayor número de refugiados, 3,8 millones, seguido por Colombia, que acoge a 1,8 millones de refugiados, y Uganda, con 1,5 millones. Por detrás están Pakistán y Alemania.

En relación con su densidad poblacional, en Aruba una de cada seis personas son refugiados debido al gran número de desplazados venezolanos y en Líbano está proporción es de una de cada ocho personas. El documento indica que el 69 por ciento de los desplazamientos procede de tan solo cinco países: Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Birmania.

No obstante, Estados Unidos concentra la gran mayoría de solicitudes de asilo, con 188.900, seguido por Alemania, donde más de 148.000 personas han solicitado también resguardo, seguido por México, Costa Rica y Francia.

La situación de los niños es especialmente vulnerable. ACNUR ha advertido de que el 42 por ciento de las personas que se han visto forzadas a desplazarse son menores, si bien estos constituyen cerca del 30 por ciento de la población mundial.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, ha lamentado que "cada año de la última década los números han aumentado". "Lo que viene a partir de ahora está en nuestras manos. O tomamos medidas para abordar este sufrimiento humano y buscar soluciones a largo plazo o seguimos avanzando hacia cifras terribles", ha aseverado.

A lo largo de 2021, cerca de 1,7 millones de personas han cruzado las fronteras internacionales en busca de protección, mientras que otras 14,4 millones de personas se han desplazado dentro de sus países a lo largo del año.

No obstante, y aunque el informe aborde los desplazamientos forzosos a lo largo del pasado año, la tendencia para 2022 es alarmante, según datos de ACNUR, que ha indicado que millones de personas han tenido que salir de Ucrania a raíz de la guerra, lo que podría situar en más de 100 millones los desplazados forzosos a nivel global para 2022.

La guerra en Ucrania ha terminado de propulsar una figura "tan alarmante como aleccionadora a partes iguales" y un "récord que jamás se debería haber batido", tal y como ha aseverado Grandi.

CRISIS DE REFUGIADOS Y DESPLAZADOS INTERNOS

Durante el lapso de un año, el número de refugiados a nivel global ha aumentado de 20,7 millones en 2020 a 21,3 millones a finales de 2021, lo que supone más del doble de los 10,5 millones registrados hace una década.

El número de venezolanos que han abandonado el país también ha pasado de 3,9 millones a 4,4 millones durante este periodo de tiempo. Así, el número de desplazados acogidos por países de Europa ha aumentado un tres por ciento y se sitúa ya en siete millones. La mayoría de ellos se encuentran en Alemania, Francia e Italia.

Se calcula que cerca del 48 por ciento de los desplazados son mujeres y niñas. Si bien proporcionalmente hay más mujeres y niñas entre las poblaciones refugiadas en África Occidental, en Europa estas cifras son menores --cerca del 44 por ciento--.

Por otra parte, los desplazados internos a causa de los conflictos armados, la violencia generalizada o la violación de los Derechos Humanos constituyen la mayor fuente migratoria a nivel global. Así, forman el 60 por ciento de todos los desplazados.

A nivel mundial, la población desplazada ha aumentado durante nueve de los diez últimos años y ha pasado de los 17,7 millones en 2021 a los 51,3 millones en 2021, el mayor nivel registrado nunca.

En Siria, los más de diez años de guerra han llevado a millones de personas a desplazarse dentro del país y se estima que para finales de 2021 haya todavía 6,9 millones de desplazados en el país. Esto significa que uno de cada tres sirios siguen desplazados.

REGRESO Y REASENTAMIENTO

Organizaciones y agencias de defensa de los Derechos Humanos han hecho hincapié en que "si las condiciones son las idóneas", el regreso de los desplazados internos a sus casas es la "opción más deseable" y supone una solución duradera para los afectados.

En 2019 fueron más de 5,3 millones de personas las que lograron regresar a sus viviendas tras verse obligadas a abandonarlas por diferentes motivos. No obstante, la pandemia de coronavirus provocó un descenso de estos regresos, por lo que en 2020 solo 3,2 millones pudieron regresar a sus lugares de origen.

En el último año estas cifras han vuelto a aumentar hasta niveles previos a la pandemia, aunque existen diferencias significativas en relación con los países afectados. Camerún, República Democrática del Congo, Irak y Sudán del Sur han registrado una reducción de estos regresos, al contrario que otros países como Afganistán, República Centroafricana, Birmania, Etiopía, Nigeria o Somalia, entre otros. El regreso de desplazados en Afganistán ha sido atribuido al descenso de las hostilidades tras la toma del poder por parte de los talibán.

Mientras que algunos países han recalcado su compromiso con el reasentamiento en una muestra de solidaridad con las comunidades y países de acogida, se trata de una opción cada vez menos frecuente para los refugiados debido a las pocas ofertas presentadas por los diferentes Estados.

No obstante, el número de refugiados reasentados ha aumentado un 67 por ciento respecto al año anterior, aunque sigue siendo una cifra muy inferior a la registrada en años anteriores a la crisis provocada por el coronavirus.

Además, más de 4,3 millones de personas siguen siendo apátridas, por lo que no han sido reconocidas como nacionales por ningún país. ACNUR ha denunciado que estas personas carecen generalmente de acceso a los servicios más básicos, por lo que ven vulnerados sus Derechos Humanos y ven imposibilitado recibir atención sanitaria, acceder al mercado laboral o votar en las elecciones. Esto supone un aumento de 158.200 personas respecto al año anterior.

La agencia de la ONU ha indicado que la apatridia es difícil de abordar dado que existe una falta de datos fiables cuantitativos, lo que supone un obstáculo a la hora de hallar soluciones.

A lo largo de 2021, países como Albania, Chile, Colombia y Turkmenistán han puesto en marcha medidas y han aprobado legislaciones para resolver la situación de apatridia de estas personas. Estos mecanismos permiten a los apátridas obtener el reconocimiento de las autoridades y, en última instancia, obtener la ciudadanía.